Las marcas de agua del grupo Nestlé viven momentos tensos en Francia. A inicios de año, se revelaron que el conglomerado empresarial utilizaba tratamientos prohibidos en sus marcas Hépar, Vittel, Contrex y Perrier, la más conocida del país. Ahora, un nuevo informe vuelve a poner la calidad del agua Nestlé en el punto de mira.
La Agencia Regional de Salud (ARS) de Occitania, realizó un estudio y a raíz de sus resultados es que solicita a la compañía que considere “seriamente detener la producción de agua mineral en Vergèze”, una pequeña comuna francesa del sureste del país desde la que Nestlé produce su marca Perrier. Y es que en esta localidad se han detectado varias contaminaciones del agua dulce, lo que ha generado un deterioro constante de su calidad.
El prefecto del departamento de Gard prohibió la explotación de siete pozos en Verzège tras detectarse contaminación por bacterias de “origen fecal”. El incidente, originado tras un temporal de fuertes lluvias, trajo al pueblo bacterias como el E.coli y la Pseudomonas aeruginosa. La contaminación obligó a Perrier a destruir cientos de palés de botellas de agua. Sin embargo, más que un episodio aislado, este suceso parece relacionarse con un deterioro generalizado de los acuíferos subterráneos utilizados por Nestlé en Vergèze, a causa de sus prácticas de explotación.
En el mes de julio se denunció que Nestlé Waters utilizaba desde, al menos, 2005, varios tratamientos de purificación prohibidos por la legislación francesa. La propia empresa confirmó haber recurrido a técnicas como microfiltración, filtros UV y carbón activo, aplicadas tanto en Vergèze como en su planta en los Vosgos, donde se producen aguas como Contrex, Hépar y Vittel.
Las autoridades conocían el problema al menos desde mayo, cuando el prefecto Jérôme Bonet ordenó inspeccionar la producción de Nestlé en Vergèze para verificar “el correcto desmantelamiento de los productos prohibidos”. A pesar de la retirada de algunos métodos no autorizados, el informe de la ARS señala que persiste la posibilidad de tratar el agua mineral con procedimientos prohibidos para otros tipos de agua.
Pero la polémica no se queda ahí: el informe de ARS alerta sobre un potencial “riesgo virológico” relacionado con la presencia de adenovirus, norovirus y hepatitis A en las botellas de agua de Perrier. Esto se debería a que los métodos utilizados para la purificación no eliminan estos virus. El problema fue inicialmente desestimado por las autoridades, según los medios locales.
Sin embargo, Nestlé parece tener permiso del propio Gobierno francés para utilizar estos métodos. En 2021, Nestlé reconoció el uso de filtros prohibidos y solicitó autorización para continuar aplicándolos. Varias agencias sanitarias emitieron informes en contra, señalando que generaría una falsa sensación de seguridad en los consumidores, a los que se exponía a riesgos sanitarios. Pese a ello, en febrero de 2023, la entonces primera ministra Élisabeth Borne autorizó el uso de los microfiltros.
El departamento de Gard debe decidir ahora si renueva el permiso de explotación de Perrier para la producción de agua mineral en su región, una decisión que se espera que llegue a principios de 2025.