Por Óscar A. González Viscencio
El pasado 11 de febrero, Bloomberg dio a conocer que la cadena de cines Cinemex cerraría sus 140 sucursales de manera indefinida, debido a que está en proceso de reestructurar 230 millones de dólares en deuda con los bancos. Pocos días después, de acuerdo con El Financiero, la empresa desapareció sus opciones de cines y salas en su plataforma web y aplicación móvil. De hecho, la Cámara Nacional de la Industria Cinematográfica (CANACINE) ya había informado que Cinemex apenas operaba con el 40.9% de sus salas.
Desde el punto de vista administrativo, el movimiento es lógico: en muchos escenarios, es mejor que las empresas cierren temporalmente operaciones para asumir solo los gastos que corresponden a la renta de espacios, servicios, mantenimiento, etc. De lo contrario, significaría responder a estas responsabilidades además de los costos que supone que la empresa esté en funcionamiento. En otras palabras, con la interrupción de las operaciones se pretende reducir el margen de pérdidas.
Si eres emprendedor, con toda seguridad te preguntarás: ¿cómo es que una empresa sin estar en operaciones puede mantenerse a flote? Por más paradójica que suene, la respuesta es la siguiente: a través de la adquisición de deuda.
¿Qué pasa con el endeudamiento? Más específicamente, ¿por qué en este momento el endeudamiento se vuelve una opción interesante o llamativa? Para responder estas preguntas es necesario voltear a lo que ocurre en el contexto financiero nacional. El mismo 11 de febrero en que Cinemex anunció el cierre de operaciones, el Banco de México (Banxico) dio a conocer que recortaría unánimemente la tasa de interés de referencia en 25 puntos base para quedar en 4%, el mejor nivel desde el 2016. Este hecho, además, removió la pausa al ciclo de recortes en el llamado precio del dinero, que inició en agosto de 2019.
Este escenario es favorecedor para Cinemex —y, en general, para cualquier empresa que enfrente problemas de supervivencia a causa de la pandemia—, pues constituye un momento ideal para adquirir un financiamiento bajo esquemas más asequibles. Ahora bien, ya sea que se trate de una persona, empresa o país, la solicitud de un crédito implica que habrá una calificación por medio de la cual se establecerán las condiciones de ese crédito: quienes tengan mejor calificación tendrán mejores condiciones. Hasta aquí, todo parece bien, ¿verdad?; sin embargo, en el caso concreto de las cadenas de cine, al menos en este momento, se convierten en inversiones crediticias de alto riesgo. Es como si dijéramos: “En México, no me conviene darle mi dinero a un cine, porque el cine se encuentra en una posición en la que lamentablemente no va a generar dinero por un lapso considerable”.
La precisión “en México” es necesaria, sobre todo si comparamos lo que sucede, por ejemplo, en Estados Unidos de América, pues en este país los cines lograron esquemas crediticios más accesibles, pues se pronostica que para agosto del 2021 la situación permita que este sector genere dinero que les permita precisamente solventar la deuda adquirida. Por el contrario, en nuestro país las cosas no pintan igual, pues la reapertura de los cines a finales del año pasado, lejos de generar ingresos, provocó más pérdidas.
¿Qué necesita hacer Cinemex para acceder a condiciones crediticias que garanticen su permanencia? La respuesta no es sencilla, pues exige que Cinemex modifique su modelo de negocio, con el objetivo de generar ingresos que le permitan hacerse cargo de los créditos que acaso le otorgue la banca.
Este es un punto por demás interesante, porque nos lleva a una clásica afirmación que es cierta, pero que también se ha vuelto en un lugar común: es en las crisis donde las personas, las empresas y los países despliegan las mejores acciones de creatividad e innovación. No solo Cinemex, sino todas las empresas de cines viven un momento crítico que, como suele decirse, los llevará a la reinvención o a la extinción. Indudablemente, el desafío no es menor. De hecho, es muy grande.
¿Qué harán los cines para subsistir en un mundo postpandemia? No son pocos los factores a vencer. Por ejemplo, los servicios de streaming cada vez acaparan más usuarios y, claro, la oferta se diversifica: Netflix, Prime Video, HBO GO, Disney+, etc. En fechas recientes, HBO dio a conocer que, en la transición a la nueva plataforma, los suscriptores tendrán acceso sin costo a estrenos que, en otro momento, solo estaban disponibles en las salas de cine. Así, las personas desde su casa podrán ver películas, como Kong vs Godzilla, que en un contexto sin pandemia únicamente se habrían exhibido en el cine. Dicho de otra forma, las personas ya no necesitarán ir al cine para ver los estrenos que todo mundo ansía. Estas adversidades aumentan la dificultad para que los cines diseñen un nuevo modelo de negocio que garantice un flujo monetario y puedan acceder a esquemas crediticios asequibles. ¿Cuál es el desafío por vencer? No es fácil: este sector pierde beneficios y valor ante los ojos de las personas, en términos de que ya no es tan interesante ir al cine, porque las películas, incluso los estrenos que todos esperamos, ya se encuentran disponibles en otras plataformas.
El problema que supone el financiamiento o el apalancamiento para empresas como los cines o los gimnasios radica en que el consumo no se ve, es decir, no siempre es palpable para el cliente, o bien, se percibe como algo fugaz: si no hay consumo, entonces no están en condiciones de devolver la inversión. Este es problema que Cinemex enfrenta este momento: por más que la compañía se enfoque en cerrar para mitigar las pérdidas, tampoco van a acceder a esquemas crediticios favorables que lleven a la empresa a seguir adelante.
¿Quién pudiera salvar a los cines? Se me ocurre que empresas como Apple o Amazon estarían en condiciones de solventar la deuda por lapsos de 5 o 10 años. Además, estos gigantes tecnológicos podrían modificar el modelo: en vez de que los cines generen dinero a través de la entrada, lo harían por medio de una suscripción que a los usuarios les diera acceso a las salas un determinado número de veces al mes. De este modo, se garantizaría un flujo constante de usuarios, pero no a través del esquema de boleto de entrada, sino de una suscripción mensual que ya estaría incluida en los servicios de streaming que empresas como Apple o Amazon ofrecerían de antemano.
Habrá que esperar a contemplar los hechos que sucedan en el transcurso de los próximos meses y, como dice Seth Godin, ver si Cinemex logró encontrar su purple cow.
Fuentes de consulta
El Financiero. (2020, febrero 18). “Cinemex desaparece sus opciones de cines y salas en su sitio web y su aplicación móvil”. Recuperado de: <https://www.elfinanciero.com.mx/empresas/cinemex-desaparece-sus-opciones-de-cines-y-salas-en-su-sitio-web-y-su-aplicacion-movil>.
El Heraldo de México. (2020, febrero 11). “Banxico retoma recortes en tasa de interés; baja a 4%”. Recuperado: <https://heraldodemexico.com.mx/economia/2021/2/11/banxico-retoma-recortes-en-tasa-de-interes-baja-4-256276.html>.
Morelos, Jimena. (2020, febrero 11). “Se prepara Cinemex para cierre indefinido por Covid”. Tendencias Económicas y Financieras. Recuperado de: <https://www.tendencias.mx/se-prepara-cinemex-para-cierre-indefinido-por-covid/>.
O’Boyle, Michael. “Cinemex cierra 145 cines indefinidamente y trabaja con bancos para reestructurar 230 mdd en deuda”. El Financiero. Recuperado de: <https://www.elfinanciero.com.mx/empresas/cinemex-cierra-145-cines-indefinidamente-y-trabaja-con-bancos-para-reestructurar-230-mdd-en-deuda>.