Tras la gran noticia de Disney y Pixar de su nueva ola de estrenos para el próximo año, donde se incluyen secuelas como Toy Story 5, Frozen 3 y Los Increíbles 3. Estas producciones no solamente generan expectativa entre los fans, sino que también representan importantes movimientos económicos para la compañía.
Las películas anteriores de estas franquicias han sido verdaderos éxitos taquilleros, lo cual justifica las nuevas entregas.
Por ejemplo, Toy Story 4 recaudó más de 1.070 millones de dólares a nivel mundial, con un presupuesto estimado de 200 millones de dólares.
Frozen 2 superó los 1.450 millones de dólares, consolidándose como una de las películas animadas más taquilleras de todos los tiempos. Costó alrededor de 150 millones de dólares.
Por su parte, Los Increíbles 2, alcanzó una recaudación de 1.242 millones de dólares. Con un presupuesto de 200 millones de dólares.
Estas cifras reflejan no solo el éxito comercial, sino también el potencial de retorno de inversión que estas nuevas secuelas prometen. La decisión de producir nuevas entregas de estas populares franquicias no es solo un movimiento para satisfacer la demanda del público, sino también una estrategia económica bien calculada.
Las secuelas tienden a tener una base de fans establecida, lo que reduce significativamente los riesgos financieros asociados con nuevas propiedades intelectuales. Además, el merchandising, derechos de transmisión y otras formas de ingresos secundarios suelen aumentar considerablemente con cada nueva película.
Aunque aún no se han revelado los presupuestos exactos para estas secuelas, se espera que se mantengan en rangos similares a sus predecesoras. Ya que, las cifras reflejan altos costos de producción que incluyen animación de alta calidad, efectos especiales avanzados y talento de primer nivel en el elenco y equipo.
La tendencia de la industria sugiere que los costos de producción continúan aumentando debido a la inflación, la necesidad de innovaciones tecnológicas y la contratación de talentos de renombre.
Sin embargo, dado el historial de éxito de estas franquicias, es probable que Disney y Pixar vean estas inversiones como apuestas seguras con un alto potencial de retorno.
Así, las nuevas películas no solo prometen emocionantes experiencias cinematográficas para los espectadores, sino que también representan decisiones estratégicas económicamente sólidas, Con antecedentes de recaudaciones millonarias y costos de producción controlados, estas secuelas están bien posicionadas para ser éxitos financieros que continúen fortaleciendo la posición de la compañía en la industria del entretenimiento global.