Por L.F.T. Anaisa González Orozco
Según la OMS, la obesidad es una enfermedad crónica que se caracteriza por el exceso de grasa en el organismo. Se considera a un niño o niña obeso cuando su peso es 20% más de su peso ideal. La obesidad suele iniciarse en la infancia y se le considera como una enfermedad crónica que genera alteraciones funcionales, físicas, conductuales, cognitivas y afectivas.
Las causas del sobrepeso y la obesidad en niños están relacionadas a factores genéticos y estilos de vida. Mientras que el factor genético no es posible de modificar, algunas conductas relacionadas al estilo de vida sí lo son, especialmente las que tiene que ver con los hábitos alimenticios y la ejecución de alguna actividad física.
El movimiento del niño se desarrolla y mejora produciéndose modificaciones cuantitativas expresadas en el crecimiento físico; aumentando la estatura y el peso corporal, y de orden cualitativo, como la adquisición de las funciones motoras.
Los niños con sobrepeso suelen cansarse más rápido hasta en la simple ejecución de actividades normales para su día a día y presentan una competencia motriz inferior a la esperada por su edad.
El sedentarismo, que es la falta de actividad física, está asociado al actual estilo de vida que es el uso excesivo de videojuegos, internet, televisión y celular. Los niños con sobrepeso y obesidad no perciben la motivación suficiente para su integración en prácticas deportivas y recreativas, lo que los lleva a un asimiento y rechazo.
Se ha encontrado que los niños mexicanos de 5 a 15 años de edad que pasan más de 1 hora y 25 minutos frente a la pantalla – películas y/o videojuegos – tienden a seguir un patrón de alimentación rico en azúcares y grasas, gracias a los comerciales de publicidad de este tipo de alimentos.
La OMS recomienda a los niños de 5 a 17 años realizar diariamente 60 minutos de actividad física, los cuales se pueden repartir en varias sesiones a lo largo del día. Además, sugiere adicionar al menos tres veces a la semana ejercicios de resistencia para mejorar la fuerza muscular y ejercicios aeróbicos para beneficiar las funciones cardiorrespiratorias y disminuir los factores de riesgo cardiovascular.
Es importante atacar esta enfermedad desde su prevención, siendo la casa el lugar de mayor importancia para el inicio de hábitos y costumbres. Incluir un plan alimenticio saludable y crearles a los niños el gusto de realizar alguna actividad física son la mejor manera de prevención y control de ésta y muchas enfermedades más.
“La presencia de obesidad infantil es un factor de riesgo para la obesidad adulta y la aparición de enfermedades cardiovasculares; de ahí la importancia de prevenirla, detectarla y tratarla desde sus inicios.”
Anaisa González Orozco