La cocina mexicana podría tener, dentro de algunos años, más ingredientes nacionales que nunca. Ese es uno de los objetivos más ambiciosos del Plan México. Entre los 18 ejes del programa, el que toca directamente al campo, la mesa y la gastronomía destaca como piedra angular del bienestar y la soberanía.
Bajo el lema «que se produzca en México lo que se consume en México”, el plan busca revertir una dependencia estructural de alimentos importados que ha afectado tanto a la economía rural como a la calidad de la dieta nacional. La meta es clara: Producir más maíz, frijol, arroz y leche, pero también revalorizar el trabajo de quienes cultivan y alimentan al país.
El enfoque no es solo técnico. El maíz y el frijol —ambos alimentos milenarios— son símbolos de identidad cultural, y su rescate productivo también es un acto político y simbólico. «Buscamos recobrar la autosuficiencia en alimentos esenciales para nuestra historia y nuestro paladar», declaró la presidenta Claudia Sheinbaum durante la presentación.
Este impulso no solo beneficiará al campo, sino también a la industria gastronómica, al comercio minorista y a la seguridad alimentaria nacional. La administración busca que al menos 10 % del valor de los productos en tiendas de autoservicio y departamentales provenga de insumos nacionales, lo que abriría nuevos canales para que productos regionales lleguen a más mesas.
La alimentación se integra así en una estrategia que combina infraestructura, inversión social y estímulos fiscales. México busca que los precios estables de 24 productos básicos, el objetivo del gobierno es garantizar comida suficiente, nutritiva y accesible, sin sacrificar al productor.
Con este plan, la comida deja de ser una variable secundaria para convertirse en pilar del desarrollo económico, cohesión social y orgullo nacional. Una apuesta que —si se cocina bien— podría devolverle al campo mexicano el protagonismo que alguna vez tuvo, y al plato del comensal, el sabor justo de lo local.
La Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER) es la instancia encargada de coordinar este impulso que combina productividad, justicia y nutrición. Alimentación para todos los mexicanos será a través de Cosechando Soberanía, se plantea no solo aumentar el volumen de producción, sino también elevar el valor agregado de los alimentos cultivados por pequeños productores, fortaleciendo los circuitos de comercio justo y destacan:
- Maíz blanco: De 21.3 a 25 millones de toneladas.
- Frijol: De 730 mil a 1.2 millones de toneladas.
- Arroz: De 221 mil a 450 mil toneladas.
- Leche: De 13 a 15 mil millones de litros.