Autora: Dra. Gabriela Alejandra Serna Ojeda
El mal aliento (halitosis) es un padecimiento más común de lo que muchos creen. En una reciente encuesta, se le preguntó a un grupo de personas si conocían a alguien con mal aliento y el 94% respondió que sí.
El mal aliento tiene grandes desventajas: primeramente, es muy fácil detectarlo en otros, pero no tanto en uno mismo, además es muy raro que la gente hable del tema por miedo a herir los sentimientos de la persona afectada; en segundo lugar, el mal aliento lo puede padecer cualquier persona, es indiferente al sexo, edad, raza y condición socioeconómica de las personas; por último, tiene un impacto real y negativo en muchos aspectos, como el social, laboral y personal, pues llega a detonar emociones negativas como la ansiedad, tristeza, depresión y soledad en el afectado.
A continuación, te vamos a compartir las causas que originan un mal aliento, pero sobre todo te mostraremos cómo solucionarlo.
- Causa 1. Enfermedad periodontal. Es una afección de la encía y el hueso de los dientes a causa de una mala higiene oral. Uno de los síntomas es la presencia del famoso sarro o cálculo dental, es decir, alimento en descomposición que se combina con bacterias que desprenden productos de desecho y que, al adherirse a tu diente y a la raíz de tu diente, ocasionan poco a poco que se pierda el hueso. En consecuencia, ocurre movilidad dental, sangrado de encía, dolor, infecciones y hasta la pérdida del diente. Solución: atiéndete con un periodoncista, el especialista en encía y hueso que puede tratar este padecimiento.
- Causa 2. No cepillar la lengua. La lengua tiene rugosidades, de ahí que sea también el mayor nicho de microorganismos de la cavidad oral. Si notas una capa blanca en tu lengua, seguramente son restos de alimentos, entonces debes retirarlos por completo. En caso de que no tengas éxito, acude a tu dentista para descartar que no sea otro tipo de patología. Solución: es muy importante que cepilles tu lengua con regularidad, ya sea con un cepillo dental o con un limpiador de lengua.
- Causa 3. Caries dental. Básicamente, es un diente que está en descomposición, al mismo tiempo se forma una cavidad que puede alojar más alimento y aumentar el grado de mal aliento. Solución: acude con tu dentista para eliminar la caries dental. No subestimes el tamaño de las caries, pueden ser engañosas y comprometer gravemente a tu diente.
- Causa 4. No lavar adecuadamente aditamentos externos. Brackets, prótesis removibles, guardas protectoras, entre otros, son aditamentos que pueden ocasionar mal aliento y acumular sarro o cálculo. Solución: si usas prótesis removibles, hay que retirarlas de la boca por la noche, cepillarlas muy bien (con otro cepillo diferente al que usas en tus dientes ) y dejarlas en un vaso con agua toda la noche. Para los brackets, hay cepillos especiales que te ayudarán a remover todos los restos de alimentos.
- Causa 5. Alimentación. Algunos alimentos como la cebolla, ajo, aceitunas, huevos, mayonesa, café, coliflor, alcachofa y las sardinas pueden tardar en ser digeridos y su olor puede verse reflejado en tu boca hasta 72 horas después de que los consumiste. Solución: evita estos alimentos cuando tengas eventos importantes.
- Causa 6. Infecciones en boca. Secreción purulenta o pus por infecciones en diente; infecciones de tipo periodontal, aftas, úlceras, candidiasis, entre otras, pueden ocasionar mal aliento, además de otros síntomas como dolor intenso. Solución: acude a revisión con tu dentista. Recuerda que una infección dental, más allá del mal aliento, puede comprometer tu salud en general.
- Causa 7. Tabaquismo y alcoholismo. Estos hábitos tiene efectos negativos en tu salud: falta de salivación, además de que aumentan el riesgo de enfermedad periodontal, caries y cáncer bucal. Solución: evita estos hábitos nocivos.
No dejes que el mal aliento controle tu vida, ¡toma cartas en el asunto! No olvides tener una buena higiene oral con el kit básico: cepillo e hilo dental; recuerda también que tu dentista debe revisarte como mínimo cada 6 meses. Y lo más importante: no dejes de sonreír.
El mal aliento lo puede tener cualquier persona y tiene un impacto real y negativo en muchos aspectos, desencadenando ansiedad, tristeza, depresión y soledad.