La gigante alemana de ropa deportiva Puma ha revelado un programa de reestructuración global que incluye el recorte de 500 puestos de trabajo, una medida que busca optimizar las operaciones de la empresa frente a desafíos en el mercado global. Este anuncio llega tras la publicación de previsiones financieras desalentadoras para 2025 y un primer trimestre con resultados mucho más bajos de lo esperado, impulsados por los malos desempeños en mercados clave como Estados Unidos y China.
El trimestre más reciente mostró que, a pesar de algunos avances en ciertas regiones, Puma sigue luchando para mantenerse competitivo en un sector cada vez más dinámico. América registró el mayor crecimiento, con un aumento de ventas del 7,0 % hasta los 3.536 millones de euros, impulsado tanto por Latinoamérica como por Norteamérica. Sin embargo, en la región de Asia/Pacífico, aunque las ventas aumentaron un 3,8 %, los mercados de China continental, Japón e India no fueron suficientes para mitigar las dificultades que enfrenta la marca.
El panorama competitivo se ha vuelto aún más desafiante para Puma, que ocupa el quinto lugar en el mercado global de indumentaria deportiva, con una cuota del 2.6 %. La marca se enfrenta a gigantes como Nike y Adidas, que cuentan con mayores recursos y economías de escala, lo que les permite invertir más en innovación. A la par, nuevos jugadores en el mercado como On Running y Hoka también están ganando terreno, lo que genera aún más presión sobre Puma.
Además de la competencia, Puma se enfrenta a otros obstáculos importantes. La dependencia de la producción en Asia expone a la empresa a riesgos relacionados con interrupciones en la cadena de suministro y retrasos en la entrega de productos. Asimismo, la falsificación de productos sigue siendo un problema grave, que afecta tanto los ingresos como la imagen de la marca.
A pesar de estos desafíos, Puma sigue enfocada en su estrategia de marketing, buscando posicionarse como la marca deportiva más rápida y deseable del mundo, con un fuerte énfasis en la sostenibilidad. La compañía apuesta por la innovación, la agilidad y el rendimiento, mientras se compromete con prácticas respetuosas con el medio ambiente. De hecho, el 80 % de sus productos están fabricados con materiales reciclados o certificados.
En cuanto a sus precios, Puma sigue una estrategia competitiva, con precios más bajos que sus rivales, descuentos de temporada y programas de fidelización. Además, la marca mantiene una fuerte presencia en redes sociales y plataformas de e-commerce, que ha crecido un 26.4 % en 2023.
Pese a los retos, Puma aún tiene oportunidades clave para crecer. La expansión en mercados emergentes, como China e India, impulsada por el aumento de la clase media, representa un potencial significativo para la marca. Además, la tendencia “athleisure”, que fusiona moda casual con ropa deportiva, también puede beneficiar a Puma, posicionándola como una opción atractiva para los consumidores que buscan un estilo de vida deportivo y moderno.
En este momento de transformación, Puma continúa enfocándose en fortalecer su presencia global, adoptando una visión de futuro que combina innovación, sostenibilidad y competitividad en un mercado cada vez más exigente.