Nota Web | Noviembre | 2021
Por Samantha Salceda
Incertidumbre es lo que está ocasionando la nueva variante del SARS-CoV-2, B.1.1.529, denominada ómicron, ya que no se sabe si pueda ser de más fácil transmisión, de efectos más fuertes, si en niños sea peligrosa o si el riesgo de reinfección es más elevado. Por ello, los científicos se mantienen vigilando esta nueva variante.
Ómicron se detectó en la provincia de Gauteng, Sudáfrica, mediante prueba PCR y hasta ahora registra ya más de 77 casos. Al respecto, Ignacio López-Goñi, especialista en microbiología, señala que esta nueva variante se ha extendido muy rápidamente en Gauteng, una región con muy pocos casos de COVID-19 y una tasa de vacunación muy baja, factores que bien pudieron incidir en la propagación de la variante. Ante ello, López-Goñi se pregunta: ¿es realmente más transmisible o es un efecto de la población en la que se ha aislado?, pero hasta ahora tenemos más preguntas que respuestas o certezas, pues la comunidad científica desconoce cómo se comportará ómicron en poblaciones con una incidencia y tasa de vacunación mayores.
Otro aspecto que ha llamado la atención de la comunidad científica alrededor del mundo es el número de mutaciones que presenta el genoma de la nueva variante. López-Goñi afirma que la variante ómicron del coronavirus tiene más de 50 mutaciones respecto de la secuencia original de Wuhan, 32 de las cuales se ubican en la región de la proteína S. Este hecho es el que precisamente resulta preocupante, pues si bien ya se habían detectado mutaciones, no se habían presentado todas juntas en una misma variante.
López-Goñi reconoce que no debería preocuparnos el número de mutaciones, más bien, se trata de enfocar esfuerzos en analizar el efecto que puedan tener todas las mutaciones en conjunto. En este sentido, debemos distinguir la mutación en el genoma y el efecto que puede tener en la biología del virus. Este efecto, a su vez, no tendría por qué ser acumulativo, en tanto que pueden darse fenómenos de compensación, es decir, el efecto de una mutación puede compensarse con el de otra.
Aunque la variante ómicron acumula mutaciones que se relacionan con un posible escape inmunológico y un posible aumento de la transmisibilidad, lo cierto es que la comunidad científica aún no tiene elementos para saber cómo se comportará esta nueva variante en la población mundial. Por lo tanto, aún es muy pronto como para llegar a conclusiones catastróficas; sin embargo, debemos mantenernos y no bajar la guardia.
Recordemos que enfrentamos una pandemia global y que lo que sucede en otros países tarde o temprano nos afectará, sin importar si se trata de países ricos o pobres. Es momento de replantear las estrategias de vacunación para que las campañas lleguen a todo el mundo, pues mientras que en algunos países ya se aplican incluso terceras dosis, en lugares como África solo el 7% de la población posee un cuadro completo. Este escenario tendría que alarmarnos, en tanto que no es momento de asumir una postura en la que las naciones vean por sí mismas. Por el contrario, se trata de pensar en soluciones que protejan a todo el mundo.
Fuentes de Consulta
López-Goñi, I. (2021, noviembre 27). “Ómicron: lo que no sabemos de la nueva variante del SARS-CoV-2”. The Conversation. Recuperado de <https://theconversation.com/omicron-lo-que-no-sabemos-de-la-nueva-variante-del-sars-cov-2-172738>.