Por César Alfonso Leal González
Por lo menos alguna vez hemos sido testigos de una presentación, ya sea en Power Point o Prezi, pero, sobre todo, de una donde sobra todo menos creatividad. Enormes cantidades de texto, transiciones poco o demasiado llamativas y recursos que en ocasiones son muy simples como para el objetivo deseado.
Por otro lado, para quienes se dedican al diseño o desarrollo de software, en más de una ocasión hemos deseado transmitir al cliente un boceto de lo que será nuestra página, aplicación o sistema, sin tener que desarrollarlo, pero tampoco mostrando únicamente unas imágenes. Para ello existen múltiples herramientas, algunas gratuitas y otras de paga, pero con ciertas limitantes como las del caso mencionado anteriormente.
Figma es una herramienta con ventajas bastante notables. Permite reusar componentes y elementos entre proyectos de una manera muy simple, cuenta con administración de equipos y colaboración entre miembros en tiempo real. En resumen, permite el prototipado de desarrollos en una mínima de tiempo, en comparación a otras herramientas de su categoría.