Por Katya J. Orozco Barba
Un hombre, después de la guerra, viaja en un autobús sentado; tiene encima de las piernas un paquete envuelto en papel de color marrón. Es un objeto grande y pesado. El conductor se le acerca y le dice: ‘¿Qué es lo que tiene ahí?’ ‘Es una bomba que no explotó,’ le contesta el hombre, ‘la encontramos en el jardín, y la llevo a la estación de policía.’ El conductor entonces dice: ‘Usted no debería llevar eso en las piernas. Póngala debajo del asiento.’
Muchas veces buscamos la solución a un malestar en específico, remedios caseros, autodiagnósticos, consejos de amigos, en fin, algún recurso al alcance para quitar inmediatamente de la vista un problema o emoción incómoda. Quizá, si tenía un problema, ahora lo cambia o lo disfraza por otro.
Hoy en día hay menos ignorancia con respecto al quehacer psicológico. No obstante, es importante facilitar información y espacios de experiencia para fomentar el conocimiento de la salud mental.
El psicólogo no solamente se desarrolla en el área clínica, sino que también existen otros ámbitos como el educativo, el forense, el jurídico, el organizacional, el deportivo y muchos otros. Hoy, sin embargo, la atención girará hacia el ámbito clínico.
El principal objetivo de la psicología clínica es procurar, cuidar y mejorar la salud en todos sus niveles, desde una perspectiva bio-psico-social de las personas. Todo eso a través de la aplicación de conocimientos, habilidades, técnicas e instrumentos de la psicología.
La depresión, la ansiedad y las fobias son problemas que puedes solucionar tú mismo, pero quizá no sepas cómo. El psicólogo no pretende solucionar los problemas; el único que puede solucionarlos eres tú mismo. Sin embargo, el profesionista cuenta con habilidades y conocimientos que orientarán hacia la elaboración individual o colectiva de nuevas perspectivas y alternativas para la solución del problema específico.
A continuación, tres posibles indicadores para reflexionar y procurar la propia salud mental.
- Un acto no solo de humildad, sino también de amor, es poder reconocer el límite que sobrepasa los propios problemas y ponerse en camino a la solución. A lo largo de la vida, aparecen situaciones para las que no estamos preparados, como vivencias infantiles accidentales, el desencanto de la juventud, la soledad de la vejez, las incertidumbres de la mediana edad o incluso vivencias que van perturbando y dejando huella en la forma de percibir, sentir y comportarse.
- En la vida, los aspectos con los que no nos enseñan a lidiar: la muerte, pérdidas de creencias arraigadas, enfermedades inesperadas y catástrofes, entre otros. Quizá no se es responsable de lo que pasa alrededor, pero habrá que ser responsable frente a dicha situación. Asistir al psicólogo es una forma también de soporte.
- Cuando una situación que se considera problemática se repite constantemente: situaciones con la elección de pareja, maneras de proceder ante un trabajo, el desempeño escolar o el abandono de o poca perseverancia en los proyectos que se desea cumplir, entre otros. A veces, cuando una situación se repite, es un indicador de que quizá el problema vaya un poco más por otro sitio que se producto del azar o de la “culpa” del otro.
Esta información nace del interés de poder generar vías y alternativas para mejorar las condiciones de vida de cada individuo y que también son proyectadas en la vida social y cultural de cada país.
El principal objetivo de la psicología clínica es procurar, cuidar y mejorar la salud en todos sus niveles, desde una perspectiva bio-psico-social de las personas.”
Katya J. Orozco Barba