El sarampión, una de las enfermedades más contagiosas conocidas, ha resurgido en los estados de Texas y Nuevo México, afectando a casi 100 personas, según informaron las autoridades de salud estatales. Este brote, que comenzó a propagarse en la región de South Plains, Texas, a finales de enero, ha generado preocupación debido a la baja tasa de vacunación en algunas comunidades y la posibilidad de que los casos sigan aumentando.
De acuerdo con el Departamento de Servicios de Salud del Estado de Texas, hasta el momento se han identificado 90 casos en el estado, de los cuales 77 corresponden a menores de 17 años. Alarmantemente, solo cinco de los pacientes estaban vacunados contra el sarampión, mientras que el resto no contaba con inmunización o su estado de vacunación era desconocido. En Nuevo México, se han identificado 9 casos adicionales en el condado de Lea, que limita con el condado de Gaines, Texas, donde se concentra el mayor número de infecciones.
Gaines County, ubicado en la frontera occidental de Texas, ha sido identificado como el epicentro del brote, con 51 casos confirmados. Este condado, predominantemente agrícola, presenta una de las tasas más bajas de vacunación en el estado. Según datos de 2023, solo el 82 % de los estudiantes de kindergarten en Gaines County habían recibido la vacuna triple viral (sarampión, paperas y rubéola), muy por debajo del promedio estatal del 92 %. Además, más del 13 % de los estudiantes en el condado obtuvo exenciones de vacunación por “razones de conciencia”, colocándolo entre los condados con mayores índices de exenciones en Texas.
Las autoridades locales han intensificado los esfuerzos para contener el brote. Se han establecido clínicas de vacunación gratuitas y centros de pruebas en Seminole, la sede del condado de Gaines, así como en el condado de Lea, Nuevo México. Estas medidas buscan aumentar la cobertura de vacunación y limitar la propagación del virus en las comunidades afectadas.
El impacto del brote ha sido significativo, con 16 pacientes hospitalizados en Texas debido a complicaciones relacionadas con el sarampión. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), aproximadamente uno de cada cinco individuos no vacunados que contraen sarampión requiere hospitalización. La enfermedad, que puede ser grave o incluso fatal, se caracteriza por fiebre alta, erupciones cutáneas y complicaciones respiratorias, entre otros síntomas.
El sarampión fue declarado eliminado en Estados Unidos en el año 2000 gracias a las campañas de vacunación masiva iniciadas en 1963. Sin embargo, la disminución de las tasas de vacunación en los últimos años ha propiciado el resurgimiento de brotes en diversas regiones del país. En 2024, los CDC reportaron 285 casos de sarampión en 33 estados, incluidos Texas y Nuevo México, con 16 brotes que representaron la mayoría de los casos.
Las autoridades de salud han implementado un sistema de rastreo de contactos para identificar posibles exposiciones y minimizar la propagación del virus. Además, se han ofrecido vacunas gratuitas a la población local como parte de los esfuerzos para contener el brote.
La proximidad geográfica de los estados ha facilitado la propagación del virus entre las comunidades fronterizas. Las autoridades de las localidades correspondientes se encuentran trabajando en conjunto para coordinar las medidas de prevención y respuesta ante el brote.
El brote de sarampión en Texas y Nuevo México ocurre en un contexto de creciente preocupación por la disminución de las tasas de vacunación en Estados Unidos. Según los CDC, la cobertura nacional de vacunación contra el sarampión cayó por debajo del 93 % en 2023, un nivel insuficiente para garantizar la inmunidad colectiva, que requiere al menos un 95 % de cobertura.
La reciente confirmación de Robert F. Kennedy Jr. como secretario de Salud y Servicios Humanos de EE. UU. ha generado preocupación debido a sus posturas críticas hacia las vacunas. Aunque en su audiencia de confirmación afirmó apoyar las vacunas contra el sarampión y la poliomielitis, su historial como fundador de la organización antivacunas Children’s Health Defense ha reavivado el debate sobre la seguridad y eficacia de las vacunas, especialmente en un contexto de brotes de enfermedades prevenibles como el sarampión.
El resurgimiento del sarampión no es exclusivo de Estados Unidos. A nivel mundial, la enfermedad sigue siendo una amenaza significativa, con más de 100.000 muertes anuales. Las autoridades de salud continúan instando a la población a vacunarse y a tomar medidas preventivas para protegerse contra el sarampión.