En 2024, la experiencia de pedir comida a través de UberEats en Japón ha dado un salto hacia el futuro con la introducción de robots autónomos para realizar las entregas. Estos robots, equipados con tecnología de vanguardia, están diseñados para cumplir con los estrictos estándares de seguridad locales, lo que garantiza un servicio eficiente y seguro para los usuarios.
La implementación de estos robots es resultado de una colaboración innovadora entre UberEats, Cartken y Mitsubishi Electric. Los robots, que operan a una velocidad máxima de 5.4 km/h, están supervisados de manera remota para asegurar que sigan rutas seguras y entreguen los pedidos en perfecto estado. Además, cuentan con un compartimento de carga aislado que mantiene la comida a la temperatura adecuada durante todo el trayecto.
Por el momento, los usuarios deberán bajar a la calle para recibir su pedido del robot, pero no se descarta que en el futuro estos dispositivos puedan entregar directamente en la puerta de la oficina o el apartamento. Japón fue elegido como el lugar de lanzamiento para este proyecto pionero, debido a su infraestructura avanzada y a la receptividad de su población hacia nuevas tecnologías.
El archipiélago nipón enfrenta una creciente escasez de mano de obra, en gran parte debido al envejecimiento de su población. Este desafío ha impulsado al país a modificar sus leyes de tráfico en 2023, permitiendo la circulación de robots de reparto en las calles. Esta medida ha abierto el camino para que empresas como UberEats y otras, como Panasonic, exploren y desarrollen soluciones robóticas para la entrega de mercancías.
La visión a largo plazo de UberEats es expandir el uso de estos robots a otras áreas y eventualmente integrarlos completamente en su red de entrega global. Esta innovación no solo representa un avance significativo en la tecnología de reparto, sino también una respuesta creativa a los desafíos demográficos que enfrenta Japón. Con el tiempo, la entrega robótica podría volverse una norma en las principales ciudades del país y más allá, transformando la manera en que consumimos y recibimos productos en nuestra vida diaria.