Por L.N. y H.C. Natalia Torres Pérez
El estrés es la enfermedad de moda y se le considera como la causa de la mayoría de los padecimientos actuales de salud. Pero, ¿realmente sabemos cómo actúa nuestro cuerpo frente al estrés? Cuando nos estresamos, el organismo responde ante situaciones difíciles liberando adrenalina y cortisol, lo que provoca que se acelere la respiración y el ritmo cardiaco y, como consecuencia, que aumente la presión arterial.
También se suprime tu sistema inmunológico, te desequilibras hormonalmente – por eso es necesario que las mujeres se relajen si quieren embarazarse –, aumentan los niveles de colesterol y azúcar en la sangre, además de almacenar grasa, ya que liberas insulina y cortisol, hormonas que promueven su almacenamiento. Cuando el estrés es constante o crónico, se vuelve muy peligroso para tu salud.
Pasar demasiado tiempo bajo estrés genera cambios a largo plazo en el cerebro y no para bien. Estas modificaciones pueden explicar por qué las personas que sufren estrés crónico son propensas a tener problemas mentales como trastornos de ansiedad y alteraciones del estado de ánimo.
Evita comer excesos de azúcar, ya que agregas más estrés a tu sistema al no brindarle los nutrientes que necesita para llevar a cabos sus procesos, tener pensamientos negativos y ver luz antes de dormir, ya que altera la melatonina y provoca el no dormir bien.
Elige comer saludable y balanceado, hacer ejercicio, cultivar tu mente y meditar; esto hará que tu organismo pueda hacer frente a los cambios y situaciones problemáticas en tu vida. Relájate, no todo está bajo nuestro control.
“Cuando el estrés es constante o crónico, se vuelve muy peligroso para tu salud.”
Natalia Torres Pérez