La acumulación de deudas parece ser una complicación que cada vez más afecta a la población mexicana, no solo en cuestión monetaria, sino, también en la salud. El enfrentar gastos imprevistos o la escasez de dinero a fin de mes son los problemas que, según la Encuesta Nacional sobre Salud Financiera (ENSAFI) 2023, afectan a una gran parte de la población.
Durante el sondeo aplicado a más de 20 mil mexicanos de entre 18 y 30 años, reveló que siete de cada diez personas en el país padecen estrés financiero alto o moderado. Las mujeres son las más afectadas, con un 62.5 % frente al 56 % de los hombres.
De acuerdo con la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), el estrés financiero se caracteriza por la angustia, la ansiedad y la presión provocadas por una situación económica llena de incertidumbre y dificultad, que consume energía y tiempo. Esta situación se describe como “vivir al límite”.
“El estrés impacta no solo nuestra salud física provocando insomnio, depresión, problemas cardiovasculares, etc, también afecta a nuestro bienestar emocional: la familia, el entorno social, el contexto laboral o escolar (productividad) o que no disfrutes otros aspectos de la vida”, explica Condusef.
La encuesta revela que más del 56.1 % de la población adulta mexicana no tiene poca o ninguna seguridad respecto a su futuro financiero. Tan sólo el 23.6 % indicó tener alguna seguridad, y menos del 10 % aseguró estar completamente protegido.
En cuanto a la disponibilidad de dinero al final del mes, el 45.9 % de los adultos encuestados afirmó que casi nunca o nunca les sobra dinero. Un 34.7 % respondió que a veces les sobra, y un 19.4 % indicó que siempre o casi siempre les sobra.
Respecto a la tranquilidad del dinero ahorrado, únicamente el 11.6 % de la población adulta se siente completamente seguro de que sus ahorros sean suficientes, mientras que el 52.7 % expresa tener poca o ninguna tranquilidad al respecto. Entre las mujeres, solo el 10.4 % se siente completamente segura, en comparación con el 13.1 % de los hombres.
Las preocupaciones económicas son evidentes entre la población adulta en México: el 38.8 % reportó alta preocupación al solicitar un préstamo, el 45.4 % se angustió por gastos imprevistos y el 48.4 % se siente abrumado por el exceso de deudas.
Los resultados demuestran en términos generales que el 36.9 % de la población reporta sufrir alto estrés financiero, mientras que el 34.6 % se encuentra en un nivel moderado y el 28.5 % en un nivel bajo. Por género, el porcentaje de hombres con nivel de estrés significativo es de 56 %, en contraste con el 62.5 % de las mujeres.
Se señala que aproximadamente el 34.9 % de la población experimenta efectos físicos como dolores de cabeza y trastornos gastrointestinales debido a esta situación, mientras que un 30.7 % sufre impactos psicológicos que incluyen problemas de sueño y alimentación.
Además, el 34.6 % de los adultos enfrenta dificultades para establecer frente a gastos imprevistos, y solo un 16.8 % se siente completamente capaz de manejarlos. Este estrés financiero no solo afecta la salud física y mental de las personas, sino también sus relaciones familiares, sociales, escolares y laborales, limitando su capacidad para disfrutar otros aspectos de la vida.