La familia no solo está para apoyarte o dar palabras de aliento, también puede estar para guiarte y mostrarte un camino totalmente distinto al que tenías pensado. Así fue tomando forma la idea Andrés Carranza para crear The Crunchy Corner, un restaurante de comida rápida donde la especialidad es el pollo frito con un giro monchoso.
Para los que no conocen este término, es una expresión mexicana para referirse a cierta comida que es “extraña” por la combinación o cantidad que sirven; comida servida con más ingredientes y preparados de una manera increíblemente deliciosa.
“No me imaginaba yo que iba a acabar en todo esto” afirma Andrés, “Conforme fui avanzando en el proyecto, cada vez más me iba enamorando con nuevas ideas y detalles que podía agregar a Crunchy”.
Lo que comenzó siendo un local de 3x10m en Avenida Zaragoza, poco a poco fue adquiriendo detalles de un restaurante cómodo, hogareño, al no tener mucho espacio en sus inicios, el giro del restaurante iba más enfocado a tener grandes platillos para comelones, más que ofrecerles un gran espacio para convivir, aunque conforme más comensales descubrían The Crunchy Corner, era inevitable que el espacio crecería.
Actualmente Andrés Carranza cuenta con dos sucursales: una en Avenida Zaragoza con dirección en Montes Himalaya y la segunda en Plaza Cuatro Hojas en Jesús María, lugar que está siendo un atractivo para empresarios y restauranteros por su gran proyección de lugares para comer y crecimiento en la zona.
Nace una idea
El concepto de “comfort food” está relacionado a la nostalgia y el sentimiento; de hecho si haces una búsqueda en Google y estás ubicado en Aguascalientes, dentro de los primeros resultados aparecerá The Crunchy Corner, como una de las opciones para devorar esa comida que nos transporta a la niñez.
Para Andrés el concepto de pollo frito en Aguascalientes es poco aprovechado, encuentras restaurantes de alitas y boneless o pollo frito que sirven las cadenas de comida rápida que ya conocemos pero ningún otro como The Crunchy Corner.
Los gigantes internacionales en franquicias de comida rápida pierden lo más importante, el acercamiento con el cliente y el sabor de la comida que ofrecen. No hay una oferta de verdadero valor, sazón y creatividad.
Al ver un área de oportunidad en el estado, Andrés decidió emprender este proyecto mientras juntaba mayor capital para abrir su estudio de arquitectura. La tradición familiar de vender pollos de especialidad, el gusto por un boneless recién hecho o en general, lo delicioso que es comer comida rápida, obligó a Andrés a cuestionarse si el camino de la arquitectura era el ideal o mejor seguir el instinto familiar, “Soy pollero de toda la vida, el concepto lo traigo desde la cuna” explica Andrés para referirse a la idea del restaurante.
Cómo una granja de pollos
“Al inicio quería que la experiencia de venir fuera como ir a una granja” expresa Andrés mientras explica detalle a detalle sobre los materiales de The Crunchy Corner, “Está el piso de madera que asemeja la madera gris, están las crucetas como las puertas de las granjas, una reja tipo pollera. En realidad la arquitectura de Crunchy es una granja deconstruida”.
Tanto en su concepto como en el sabor que le iba a imprimir al restaurante, Andrés lo tiene muy claro a la hora del proceso de calidad que debe de seguir para presentar una comida digna de un amante a la comida rápida, “Para hacer todos los platillos estuve al 100%, toda la comida del menú de Crunchy es idea mía, no las inventé, pero todas son de mis antojos”.
El distintivo sabor del pollo frito
Lo lógico sería pensar que la comida rápida es sencilla de hacer, por la inmediatez con la que lo preparan y con la que lo consumen, pero no, hay todo un proceso para encontrar la combinación de sabores o complementos que juntos formen un delicioso platillo.
The Crunchy Corner tiene un menú bastante amplio: panini; pollo frito en piezas; hamburguesas; wafles y pollo; y las especialidades como el ceviche de pollo. ¿Qué hay de especial en el menú de The Crunchy Corner?
Andrés lo tiene muy claro, “Siempre intentamos innovar en platillos pero el concepto va relacionado solo con el pollo. Mi mamá siempre me enseñó que del pollo se pueden sacar muchas presentaciones” afirma, “En días festivos, meses importantes, sacamos platillos de temporada buscando generar el interés de las personas en encontrar algo nuevo cada mes en bebidas, platillos y postres”
Los platillos de temporada van cambiando conforme va avanzando el año, cada temporada tiene una temática como lo es el Día de Muertos, las fiestas patrias, Navidad, Día del Amor y la Amistad, entre otras fechas.
Desde boneless de Cheetos Colmillo, Doritos Crunchy, Crunchy Muertito -un postre de pan de muerto relleno con Oreos fritas y nieve de vainilla- y muchas creaciones directas desde la imaginación y la inspiración que llegue a tener Andrés.
“Yo me baso en lo que se me antoja, veo cosas monchosas, lo llevamos a prueba con los ingredientes que tenemos y hacemos degustación. Hay veces que llegamos a la cocina y nos ponemos a crear.” confiesa Andrés, “ No es que yo haya inventado todo, llegamos a un consenso entre el equipo de trabajo y los clientes para llegar al platillo ideal.”
Y el plan funciona a la perfección ya que estas creaciones son de los preferidos entre los comensales que llegan a comer al restaurante.
Sobre los ingredientes que le dan ese toque extra de calidad al menú de The Crunchy Corner, para su fundador los complementos como los panes, la verdura entre otros, son parte esencial de la calidad que ofrecen, “Nuestros productos vienen de productores locales, sabemos que la calidad es lo más importante”, remata Andrés Carranza.
El boom de la pandemia
La pandemia del COVID-19 afectó a miles de restaurantes a nivel nacional, no por nada de acuerdo con la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac) cerca de 90 mil restaurantes cerraron durante el confinamiento, mientras que el 15% de forma definitiva, muchos no tuvieron ni siquiera la oportunidad de volver a intentarlo después del confinamiento.
Para Andrés, la pandemia retrasó los planes de expansión que incluía una nueva sucursal -sucursal que ya se encuentra abierta actualmente en Plaza Cuatro Hojas-, “Nosotros cerramos poco antes del cierre de negocios. Nuestro compromiso social es con la gente para evitar contagios al ser un lugar de comida y que busca juntar a las personas”.
Eso que le dio incertidumbre y que retrasó más proyectos para el fundador de The Crunchy Corner, le abrió una oportunidad como ninguna otra, “Sabemos lo que representó para otros restaurantes, pero el giro de The Crunchy Corner también es de un lugar donde te puedes llevar la comida a tu casa” comenta Andrés, “La pandemia fue de los momentos donde más nos aclientamos,”
La comida americana, los boneless, las alitas permiten tener más flexibilidad para los comensales de disfrutar su platillo en el hogar al ser comida que no pierde sabor o que es más fácil de ser desplazada de un lugar a otro sin perder el sabor o la calidad.
De acuerdo con Forbes, las plataformas digitales recibieron un incremento en pedidos de comida a domicilio durante la pandemia. Llegando a registrar un incremento tres veces mayor a los registros que se llevaban en 2019 o 2018, años previos a la pandemia, pero aunque la demanda haya aumentado, la oferta no es la más justa.
Para explicarnos más Andrés nos cuenta, “La comida rápida es muy noble, te permite comértelo en tu casa. Sí vendías mucho más a través de las plataformas, pero en utilidad no se veía reflejado”.
De acuerdo con un reportaje de El Economista, el porcentaje de comisión por vender a través de distintas aplicaciones de “food delivery” va desde el 18% por pedido hasta el 30% de comisión, lo que lo convierte en un verdadero reto para los restaurantes de tener un balance entre cumplir con la demanda de su producto, pero al mismo tiempo poder llevarse una ganancia.
Hacer comunidad
Basta con escribir The Crunchy Corner en Google o Facebook para darse cuenta que el concepto es uno de los preferidos entre los comensales de Aguascalientes, no por nada más de 20,000 usuarios en redes sociales siguen sus diferentes páginas, -8,997 seguidores en instagram, 11,976 seguidores en facebook-, un público cautivo que está atento a los nuevos platillos que ofrece el restaurante.
“Es muy importante escuchar y leer a los clientes, ¿qué hago para hacer mejor las cosas? Prestar atención a los puntos y reseñas que nos invitan a mejorar” se sincera Andrés Carranza. “La idea es ir mejorando, ofrecer soluciones al momento y ofrecer el mejor servicio”
Estar presente en redes sociales es algo obligatorio en la época digital, pero despertar la opinión del comensal también es importante. Al cierre de esta edición The Crunchy Corner cuenta con más de 1,300 opiniones en Google, teniendo un promedio de 4.3 estrellas entre sus dos sucursales, opiniones muy importantes para posicionar la marca y dejar huella entre los glotones de Aguascalientes.
La comida y el emprendimiento
“Tienes que confiar en lo que estás haciendo, si tu sabes que lo que haces, te gusta y sabes que puede gustarle a los demás, ¡hazlo!” afirma Andrés mientras charlamos sobre el trayecto que ha seguido por los últimos 4 años. “Hay que ir contracorriente, cualquier equivocación o riesgo está latente, al final se trata de eso, arriesgarte”
Lo que inició como un pequeño espacio de 3x10m en Avenida Zaragoza, ahora es un negocio con posibilidades latentes de tener muchas franquicias. Como nos confiesa Andrés, “Los detalles importan” e importan para tener clientes satisfechos, porque es una experiencia visitar The Crunchy Corner, desde llegar al lugar y apreciar la decoración e iluminación, el servicio personalizado y lo más importante, enamorarte de lo que vas a comer, que la comida visualmente impacte. “Todos los detalles se pensaron para que el cliente vuelva, desde el servicio, la comida y calidad”.
Estos pasos nos muestran la dinámica que se vive en el restaurante y la idea clara que ejecuta Andrés Carranza.
Si está en tus ideas emprender un restaurante o un proyecto donde no estás muy seguro, Andrés Carranza nos comparte un consejo para dar ese paso. “El Andrés de hace 4 años era muy desesperado, sigo siéndolo, pero he aprendido que es mejor disfrutar el mundo, que querer comerlo de un solo golpe, la paciencia es muy importante”.
Y después de 4 años, Andrés Carranza tiene claro que su raíz, lo que hace que todo lo demás funcione, lo que quizá le haga vencer esa necesidad de ser muy apresurado y avanzar lo más rápido posible , son sus pasiones, la arquitectura y la comida monchosa.