Justo en el corazón de la ciudad, sobre la calle Rayón y detrás de la emblemática Plaza Patria, en Aguascalientes vive una parte de la cocina tradicional de Guerrero, aquel estado del sur donde los tacos a la brasa son tan usuales como los tacos al pastor lo son en la región del Bajío: Tizne.
Ahí, en un acogedor espacio que apuesta por la decoración minimalista, los comensales pueden explorar entre los sabores de carnes a las brasas que viajaron cientos de kilómetros bajo las manos y la técnica de Juan Carlos, el fundador de este exquisito restaurante, donde además se pueden encontrar los inigualables refrescos Yoli, los más típicos en aquella zona del país.
Entre las propuestas culinarias que han emergido dentro de la zona centro de Aguascalientes, Tizne no puede quedar fuera de la lista “por acudir”, ya que no solamente ofrece platillos que cruzaron las fronteras interestatales, sino que también se pueden encontrar otras delicias de platillos que implican cocina con mariscos y postres ingeniosos.
Originario de Iguala, Guerrero, desde donde trajo toda esta nueva posibilidad culinaria, Juan Carlos cuenta a Blackstone Magazine un poco de la historia de su negocio, así como de su principal distintivo: los tacos a las brasas.
“Tizne surge a raíz de querer dar a conocer los tacos que yo comía de pequeño en Iguala (…) tenemos el conocimiento, sólo que queríamos enfocarlo a un taquería callejera pero con un estilo propio, que va desde lo más sencillo, porque no nos gustan las pretensiones, entonces hacemos comida a las brasas con ciertas distinciones” cuenta el fundador del proyecto.
Con amplia trayectoria, Juan Carlos, quien también trabajó en Pujol, uno de los restaurantes más prestigiosos de todo México, explica que el concepto de “tacos callejeros” no tiene que ser malo, sino que, por el contrario, lo que se pretendía era encontrar un balance paradójico entre comida “simple”, pero con una distinguible complejidad al momento de tratar los alimentos.
De hecho, el lugar como establecimiento es en sí parte del concepto que buscaron para este, pues al entrar se percibe el olor de las brasas y el tizne que emana del horno donde ocurre la magia con la carne. Entonces, entrar a Tizne es, de cierta forma, viajar a una de las típicas taquerías de Guerrero. “Queríamos que parte de la experiencia fuera esa: llegar, comer y retirarse impregnado un poco con ese característico olor a humo. De esa manera podrás recordar que comiste en un lugar especial”, agrega el chef de profesión.
Una nueva propuesta
En la exclusiva conversación, Juan Carlos advierte sobre su objetivo: “yo estoy muy orgulloso de donde soy y sí busco que la gente se sienta como en Guerrero, llevarlos a otra parte, no ser lo común, ser lo diferente, lo que se distingue”.
Si bien el eje principal que rige la cocina de Tizne son los tacos a las brasas, en realidad su menú es cambiante y este, incluso, puede tener sorpresas que atiendan a los antojos que surgen a partir del clima: por ejemplo, si el día es caluroso, además de las especialidades constantes, también se manejan tostadas de ceviche, o platillos que tengan como premisa principal la frescura.
Aunada a esta experiencia que sólo puede contarse una vez que se vive en propia piel, el restaurante ubicado en la calle Rayón tiene un común denominador que lo identifica y lo distingue de los demás: “todo está enfocado a comerlo con las manos. Tostadas, burritos, quesadillas, tacos, todo”, explica Juan Carlos.
-¿El menú no es estático?
-Sí, totalmente. El menú siempre cambia, lo único fijo son tacos, gringas y el chicharrón, que en realidad es de queso y acompaña a los tacos a las brasas.
Pero si no se tiene ganas de experimentar con algún platillo desconocido, para aquellas personas que buscan más seguridad, Tizne avisa a través de sus redes sociales qué ofertas culinarias distintas a la carta base estarán disponibles el día que se quiera asistir. El chef agrega: “eso lo hacemos principalmente para que sea más fácil que la gente pueda conocernos y pueda llegar a nosotros”.
Entre lo que se puede encontrar en Tizne, son gringas con carne a las brasas, tacos de costra de queso, burritos de aguachile, tostadas de camarones, ceviche e incluso se pueden encontrar cortes de carne de Rib Eye o New York.
Por si fuera poco, la novedosa y única propuesta encarnada en Tizne también puede detectarse en las salsas que ofrece y que, por ejemplo, utilizan ingredientes como el chiltepín importado desde Veracruz. Y así como se utilizan ingredientes poco comunes en la región de Aguascalientes (el Bajío), es también que se ofrecen los tradicionales refrescos Yoli o las aguas minerales Taxco, que no pueden faltar en las mesas y en los puestos de comida de Guerrero.
Los especiales
Si bien uno de los platillos estrella de este lugar son los tacos a las brasas, son los platillos especiales aquellos que definen al lugar y a sus comensales.
Juan Carlos comparte: “mucha gente busca los especiales. Tenemos clientes que entienden muy bien nuestro concepto” y es por eso que buscan qué tipos de platillos especiales se tendrán, según los antojos del día o de la temporada. Uno de los platillos especiales es la tostada de camarones a la talla, una receta reinterpretada con base en cómo se consume el pescado a la talla en las costas de Guerrero.
Otro platillo especial podría ser las tostadas de camarones con pulpo, salsa de la casa y guacamole de algas.
La experiencia en Tize se compara al hecho de acudir a una cita a ciegas que no puede fallar, pues la variada oferta cabe en las papilas gustativas de cualquier persona, pero también la experiencia puede compararse con visitar un lugar conocido al que siempre se quiere regresar porque tiene un distintivo imposible de encontrar en otro lugar. En Tizne, el sabor es a las brasas. El sabor abraza.