Son muchos los factores que pueden estar detrás de que una persona mayor de 65 años pueda y quiera seguir trabajando.
Independientemente de eso, la aspiración más común entre las personas que han trabajado toda su vida es poder retirarse después de los 65 años.
La salud de una persona que tuvo oportunidades y no vivió en la precariedad no es la misma. Es por eso -y otros factores, como la violencia- que países más desarrollados y con menos desigualdad tienen una esperanza de vida más alta que naciones como México.
En países como Islandia, Noruega, Japón, Canadá, Corea del Sur o Italia, la esperanza de vida entre hombres y mujeres es de más de 80 años. En todos los casos, la esperanza de vida de las mujeres es mayor.
En Islandia, por ejemplo, la esperanza de vida de un hombre es de 81.8 años y de las mujeres de 84.años.
Considerando eso, se han encontrado casos de países donde un porcentaje más alto de personas de 65 años o más continúan trabajando. Tal es el caso de Japón y Corea del Sur, que no solamente tienen de las tasas de esperanza de vida más altas del mundo, sino que también tienen los porcentajes más altos de personas de más de 65 años que siguen trabajando.
Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), en Japón y Corea del Sur hasta el 13% de la población mayor a los 65 años de edad se mantiene activa.
Después, pero ya con una distancia amplia, está Estados Unidos en tercer lugar con el 6.6%. Y después está México, en cuarta posición, con el 5.1% de los adultos mayores laborando.
De acuerdo a la OCDE, en estos diez países el porcentaje de personas de más de 65 años que siguen laborando es así:
- Japón, 13.6%
- Corea del Sur, 13%
- Estados Unidos, 6.6%
- México, 5.1%
- Chile, 4.9%
- Colombia, 4.4%
- Costa Rica, 3.9%
- Alemania, 3.1%
- Francia, 1.6%
- España, 1.3%