La llegada y el boom de la Inteligencia Artificial (IA) ha causado mucha controversia con respecto a cómo impactará en el mercado laboral, sin embargo, además, detrás de ella se esconden también malas condiciones laborales.
La IA no apareció de un día a otro, detrás de ella miles y miles de personas trabajan para que pueda existir en sus diferentes variantes, ya sea en softwares de escritura, de generación de imágenes, chatbots, sistemas operativos o en aparatos electrónicos como la Alexa.
En ese sentido, tres investigadoras revelaron que en realidad los trabajos detrás de la IA son mal pagados y algunos están en condiciones precarias.
Las investigadoras son Timnit Gebru, es científica en computación, especializada en IA y extrabajadora de Google; Adrienne Williams, colaboradora del Instituto de Investigación de IA Distribuida; y Milagros Miceli, socióloga e informática.
De las tres, destaca el caso de Timnit Gebru, quien en Google dirigía el área de ética de IA, pero fue despedida -y luego acosada- tras publicar un informe donde se advertían riesgos financieros y medioambientales de esta nueva tecnología, hoy en boga, y en donde también se consignó la explotación laboral detrás de la misma.
A diferencia de las millonarias ganancias de investigadores de Silicon Valley sobre IA, quienes trabajan para que estas puedan existir en realidad no viven la misma realidad; “estos trabajadores son explotados y a menudo reclutados de poblaciones empobrecidas”, sostienen las investigadoras.
Las tres mujeres advierten que algunas trabajadoras y trabajadores ganan 1.46 dólares por hora (ya después de impuestos).