Si de pronto la insatisfacción y la presión acostumbrada de la vida diaria te quita el sueño y te genera todavía más presión, te recomendamos hacer una pausa, respirar y tratar de tranquilizarte para darte un tiempo de gratitud, un tiempo para agradecer aquello que tienes y que te hizo feliz.
El paso de los años nunca da tregua, sin embargo, por nuestro bien, debemos intentar reconocer lo que tenemos para poder salir adelante.
Una simple herramienta para lograrlo puede ser un diario de gratitud. Pero, ¿de qué se trata esto?
Los diarios de gratitud son un espacio donde las personas registran las cosas, los momentos y las situaciones por las que están agradecidas. Aunque este puede ser una libreta común y corriente, también puede ser tu propio celular, en su sección de notas, o incluso una tableta.
No importa la plataforma, lo que importa es que dediquemos un espacio a reconocer todo aquello por lo que estamos agradecidos. Y, lo más importante, hacerlo periódicamente, para no permitir que nos abrume el día a día.
¿Cuáles son sus beneficios?
La gratitud es una condición que ha permitido la socialización, a través de esta se han configurado las relaciones y, además de ser un pilar fundamental para la sociedad como la conocemos, la gratitud también tiene diversos beneficios tangibles en la vida de una persona.
Por ejemplo, diversos estudios han demostrado que la gratitud está relacionada con la salud mental, e incluso con la salud física.
Estar agradecido, y reconocerlo, puede reducir algunos síntomas de estrés, ansiedad y depresión, ya que ayuda a propiciar emociones y sentimientos positivos (ojo, no reemplaza a los tratamientos de salud mental).
Además, otros estudios han demostrado que estar agradecido incide en la productividad de las personas, y se les relaciona con una mejor sensación de satisfacción, lo que ayuda a ser más optimistas con respecto a sí mismos.
¿Cómo se empieza?
Al principio puede ser extraño, pero poco a poco se irá generando confianza y será más fácil identificar las cosas por las que se está agradecido.
Mientras tanto, se recomienda dedicar unos minutos, de una a tres veces por semana, a anotar las pequeñas y grandes cosas por las que se agradece: puede ser desde una buena taza de café en la soledad, o hasta compartir tiempo con nuestros seres queridos.
Incluso, se puede agradecer por las personas que ya no están, y por los momentos que siempre quedarán en la memoria.
Poco a poco, las listas de nuestro diario irán creciendo y serán cada vez más fáciles de escribir, así, al finalizar el año, podemos regresar y recordar todo eso que nos ayudó a sobrellevar los días, semanas y meses que hemos dejado atrás.
En realidad, todo puede agradecerse: la amabilidad de una persona que nos atendió, los buenos días que dice algún compañero, la oportunidad de ver caer el sol una vez más. Por ello, este fin de año puede ser la época indicada para empezar con esta rutina.
Recomendación para complementar el tema: https://www.youtube.com/watch?v=THuE1d4knEw
Con información de Familysearch.org y Kurzgesasgt