Por Joaquín Cruz Lamas
Ahora, con la emergencia internacional provocada por el COVID-19, muchas personas a lo largo y ancho del planeta tendrán que permanecer en casa por un tiempo. México no es la excepción; muchas personas ya están evitando salir, a menos que sea absolutamente necesario. En este tiempo de incertidumbre, en que uno se queda en casa, se antoja une buena taza de té para acompañar las labores a distancia o simplemente para relajarse. Es por eso que hay que señalar que el té tiene una inmensa variedad de opciones de las cuales elegir. No se trata solamente de agua caliente con hojas remojadas, es mucho más que eso, es un mundo de posibilidades.
Para comenzar, si lo que uno está haciendo es trabajar desde casa y busca una bebida que le dé energía, lo mejor es tomar el tradicional English Breakfast Tea por la mañana o una deliciosa taza de Earl Grey por la tarde, después del almuerzo. Ambos tipos de té están elaborados con hojas de té negro y contienen un grado elevado de teína, sustancia cuyos efectos son similares a los de la cafeína en tanto que da energía y vitalidad. Un efecto similar lo tiene el té verde, el cual puede tomarse a todas horas del día. Si lo que se desea es, por el contrario, relajarse, entonces conviene más usar alguna de las infusiones que combinan otros elementos como la manzanilla, la vainilla, la canela, el jengibre o los frutos del bosque. Este tipo de mezclas, por lo general, no tienen teína o tienen un grado muy reducido de ésta, ya que, como dije, en estricto sentido, más que ser té – el cual proviene de la hoja del té – son infusiones; es decir que son combinaciones que mezclan otros elementos que también se disuelven en agua. Sea cual sea su preferencia, si uno apenas se está iniciando en el mundo del té, yo recomiendo personalmente la marca “Twinings”. Tienen excelentes variedades de té en distintas presentaciones.
“En este tiempo de incertidumbre, en que uno se queda en casa, se antoja une buena taza de té para acompañar las labores a distancia o simplemente para relajarse.”
Joaquín Cruz Lamas