“Por estética entiendo esto: el modo en que las cosas se muestran, junto con las razones para preferir una forma de mostrarse a otra.
Arthur C. Dantho, filósofo
No tenía ni siquiera 20 años de edad, cuando el doctor Rubén Romo Andrade ya había decidido una parte de su destino: la medicina estética. El proceso se dio de manera natural, no hubo imposición. Primero, casi por costumbre, fue interesándose en la medicina convencional y partiendo de ahí él mismo descifró su camino hacia lo estético, encontrando un balance ideal entre la belleza y la salud.
Hijo del reconocido doctor Rubén Romo -de quien heredó nombre, apellido y profesión como legado para la posteridad-, Rubén R. Andrade, como le gusta que se refieran a él, vivió y creció cerca del área de la salud. Esa proximidad terminó por fin conquistándolo y, a la hora de tomar una decisión sobre su futuro, hizo la apuesta que más le convendría; estudiar medicina. Las especialidades vendrían hasta después.
Humanismo ante todo, el perfil de todo médico
Para Rubén R. Andrade, lo que define a un doctor y a un especialista no solamente son sus habilidades, su trayectoria profesional y su preparación, sino que, antes que todo eso, se encuentra su valor humano.
“Antes de definirse como doctor, hay que definirse como persona”, explica el experto, único en su tipo en Aguascalientes. Y agrega: “somos profesionistas, pero siempre hay que definirnos como una persona honesta, es lo principal. Ya después de esto, lo que sigue es ser una persona preparada, ser una persona capaz, ser una persona que es empática”.
Y en ese punto, el doctor se detiene para hacer una reflexión importante: la empatía como eje vertebral de los valores humanos, pero también como eje central de los valores que deben, y necesitan, desarrollar todas las personas que se dediquen a la salud.
Por igual, servirá ser empático con quienes nos rodean, pero también lo servirá serlo con los pacientes, quienes son los que de primera mano sienten y quienes, a raíz de eso, desean hacer un cambio.
De hecho, el médico Rubén R. Andrade, busca en su trabajo diario homologar sin distinción sus valores personales con los profesionales, es por eso que, en su clínica, CORPOBELLO Medical Aesthetics, donde ofrece una variedad de intervenciones médicas enfocadas a la belleza corporal a lo estético, lo primero que ofrecen es “honestidad y calidad humana”.
Todo eso, además de un servicio profesional que no se podrá encontrar en otra clínica en el estado. Ese es, añade, uno de los principales pilares que sostienen a la institución privada que él mismo creó.
Progreso y dedicación, el camino hacia la excelencia
Aunque fue la vida misma y su propio círculo familiar los que condujeron a Rubén R. Andrade a la medicina, y aunque después fue su convicción la que la llevó al lugar en el que ahora está, en ese intervalo de largos años ocurrió un proceso de especialización, mismo que requirió trabajo, dedicación y muchas horas de desvelo. Todas y cada una de ellas, valieron la pena.
Al menos así lo considera el líder y fundador de CORPOBELLO Medical Aesthetics, quien narra que sus especialidades en estética facial y en longevidad no ocurrieron de la noche a la mañana, fue un proceso que duró años y que, quizá, por la naturaleza de la medicina, todavía no ha terminado. Es un proceso en constante movimiento.
El primer paso para llegar a la medicina estética fue, por supuesto, estudiar medicina general durante siete años, como todas las personas que optan por dedicarse de lleno a la salud. En el caso particular de Rubén R. Andrade, esos primeros estudios de licenciatura los hizo en la Universidad Autónoma de Aguascalientes (Uaa), la casa de estudios más relevante en la entidad.
Pero después, vino la especialización: en primera instancia, el ya médico hizo un máster en cirugía estética dentro del Instituto de Estudios Superiores en Medicina (IESM). Posteriormente, para ampliar su preparación cursó la maestría en estética y longevidad en la Universidad del Conde (UDC). Aunado a esto, también realizó una especialidad en estética facial por la Universidad KIREI y consiguió dos certificaciones: una por el Colegio de Cirugía y Medicina Estética y otra por la American Academy of Cosmetic Surgery.
A excepción de casos sumamente particulares, la gran mayoría de los estudiantes que entran a medicina lo hacen sin saber qué especialidad quieren para después de que terminen con sus primeros años de estudio médico.
Tal fue el caso de Rubén R. Andrade, quien relata un poco sobre el génesis de su decisión de especializarse en la medicina estética: “la cirugía estética, si bien no es nueva, tiene un auge moderno, digamos, tiene unos años, apenas cuatro o cinco, que empezó verdaderamente este boom, de la cirugía estética”.
Incluso, advierte que también es reciente el auge que ha tenido la socialización de los cuidados más estrictos corporales. Y agrega: “sí, claro, todos sabíamos que existía la cirugía plástica y reconstructiva, que era lo que más se acercaba. Fue hasta después de las intervenciones plásticas y reconstructivas que surgió propiamente la cirugía estética; y después, todavía, el dermatólogo estético; el ginecólogo estético, y toda esta rama de lo estético empieza a tomar fuerza. Inherente y casi exponencialmente, comienza a diversificarse. Ya no sólo puedes acudir a que te ponga bótox el cirujano plástico, ya lo puede hacer un médico cirujano estético, incluso, te puede poner bótox un dermatólogo”.
Justo en medio de esa ampliación y de esa diversificación, fue que Rubén R. Andrade se percató del área de oportunidad. Y no la dejó pasar. Las cuestiones que surgieron en el experto antes de decidir abrirse camino en el mundo estético fueron “¿por qué tienes que hacer otro tipo de procedimientos cuando tú solamente quieres hacer cirugía estética? ¿Por qué no hay alguien que se especialice solamente en la cirugía y en la medicina estética, en el contorno corporal, en ver cómo realmente podemos mejorarlo?”, narró. Y fue con su propia respuesta que se abrió paso para adentrarse en esta especialidad.
Medicina estética, los pequeños detalles
Antes de pasar a las reconstrucciones faciales o a las intervenciones quirúrgicas estéticas más aparatosas, por qué no empezar, pregunta el especialista, primero con algo más simple, con pequeños detalles que también tienen que ver con lo estético.
Rubén R. Andrade explica que, de hecho, de eso se trata la medicina estética, de apostar por los pequeños detalles y los tratamientos más pequeños, pero también, poder tener la habilidad de hacer una cirugía que implique el modificar el aspecto de una persona que así lo decida.
“Podemos trabajar todo esto, desde lo muy pequeño, hasta lo muy grande”, argumenta, ya que, con el boom mencionado que esta área tuvo, actualmente la medicina estética es ya una rama muy amplia de la salud.
Pero entonces, ¿hay diferencia entre la cirugía plástica y la cirugía estética? Al respecto responde el dueño de CORPOBELLO Medical Aesthetics: aunque son similares y comparten ciertos puntos en común, también pueden ser distintas, y más bien es decisión del cliente saber dónde o con quién quiere hacerse la intervención.
Inclusive, abundó en el tema de las similitudes y destacó que, por su naturaleza, estas áreas a la vez también convergen con otra especialidad, con la otorrinolaringología, y es por eso que todas estas especialidades, aunque ya son muy particulares, siguen siendo muy amplias.
“Yo siempre trato de explicarles a mis pacientes: esto es como la escuela pública y la escuela privada, como el Uber y como el taxi; puede haber cirujanos plásticos muy buenos, puede haber cirujanos plásticos que realmente no tienen la calidad y nunca se actualizan. Por otro lado, existen cirujanos estéticos muy buenos, y existen cirujanos estéticos que tal vez no se esfuerzan en brindar una buena atención”.
Entonces, ¿con quién decidir operarte? “¿quién es mejor, el plástico o el estético?”, pregunta Rubén R. Andrade. Y él mismo da luz sobre su cuestionamiento: “es con quien tú como paciente sientas la confianza de que te entiende, de que va a resolver tu problema, y de que está capacitado para lo que tú necesitas”.
Eso implica que, si una persona necesita una reconstrucción completa del seno, probablemente la mejor opción será el cirujano plástico especialista en ese rubro. Por otra parte, si lo que se quiere hacer es modificar un “aspecto estético” del cuerpo, ahí la mejor opción será acudir con el cirujano estético, o incluso uno plástico pero que también esté capacitado en estética.
“Aquí lo más importante es”, comenta, “acudir con un médico que te entiende. Con un médico que sabes que está capacitado, que estudió para eso, pero que realmente entiende lo que tú quieres hacer y que sabe cómo hacerlo”.
La armonía de la belleza, una decisión
A lo largo de la historia de la humanidad, la belleza se ha concebido y conceptualizado de distintas maneras, inclusive, se ha dividido en dos: belleza interior (moral, ética y de valores) y exterior, esta segunda que atiende también a las percepciones y costumbres de las sociedades donde se desarrolla. Y aunque con el mismo paso del tiempo, de igual manera este concepto sigue enriqueciéndose o deformándose, uno de los preceptos que siempre está ligado a la belleza es la percepción.
El escritor Steven Aitchison hizo una reflexión sumamente interesante al respecto: “Tu belleza exterior capturará los ojos, pero tu belleza interior conquistará el corazón”.
Partiendo de ella, se puede establecer una relación natural entre la belleza exterior e interior abordada desde la perspectiva de la cirugía estética, ya que, por una parte si bien es evidente que debe haber una conciliación y una tranquilidad interior con la persona que se es, parte de esta puede derivarse también con el poder modificar el cuerpo como se desee, a un gusto propio, que permita aceptarse personal y socialmente.
Parte de ese proceso de aceptación y de esa balanza entre la relación de la belleza externa con la interna (ambas importantes), tienen que ver directamente con lo que el doctor Rubén R. Andrade planteó como “vivir en armonía con tu belleza”.
El especialista, primero, advierte que la belleza es uno de los grandes y sofisticados temas de la humanidad y, dada la diversidad y versatilidad de las sociedades y de las personas, la belleza es de hecho respetable y variable en cada individuo.
Justo en ese aspecto es donde entra la cirugía estética, ya que brinda la oportunidad a las personas de conseguir el aspecto que quieren para sí mismos, y también para el exterior, y conseguir ese aspecto, además, tendrá como consecuencia una tranquilidad y aceptación propia.
“Mientras ese cambio sea saludable y no implique algún riesgo, la modificación o los cambios que quieras hacer en tu cuerpo, son bastante respetables para todas las personas”, y eso es algo que, argumenta el doctor, debe considerarse de antemano.
Además, teniendo en cuenta que la percepción de la belleza, tanto interna como externa, no es igual en todos lados ya que puede variar entre occidente y oriente, entre culturas indígenas del sur y del norte de un país, o incluso entre ciudades, la aceptación y tolerancia sobre los estándares de belleza de las otras personas son valores absolutamente necesarios para poder compartir una armonía, una armonía que se derive de la belleza.
“Vivir en armonía con tu belleza” no implica que un cuerpo sea perfecto, sino que, pese a la falta de la inalcanzable perfección, se pueda vivir en comodidad alcanzando la percepción estética que uno mismo puede tener. “No tienen que ser medidas perfectas, puede ser, simplemente, armónico”, profundiza el médico estético.
Antes del cambio, meditar lo que se busca
En CORPOBELLO Medical Aesthetics, se ofrecen distintos servicios estéticos, que pueden ir desde intervenciones mínimas que requieren de tratamientos especiales, hasta cambios que implican una intervención quirúrgica. Con tres años de experiencia, se ofrecen servicios tales como modificaciones con ácido hialurónico hasta liposucción con microaire, que de hecho, son dos de los servicios que más comúnmente piden las personas.
El doctor Rubén R. Andrade, cuenta que las intervenciones y tratamientos estéticos siguen en boga y son cada vez más comunes, evidencia de ello es que, actualmente, llegan a hacer tan sólo en su clínica hasta cinco mil intervenciones de esta naturaleza.
Pero, antes de decidir optar con un cambio, el director de la institución da algunos consejos: “Primero, la belleza, claro que influye en la seguridad de una persona, influye en el estado anímico. No podemos ignorar esta influencia. ¿Qué es lo importante? Pues lo importante es saber qué buscamos nosotros, tener la seguridad, saber que el ser bellos no nos va a resolver un problema, o nos va a quitar un problema que tengamos, llámese depresión o incluso ansiedad, no. Pero también, es importante saber que hay pequeños aspectos que podemos cambiar y nos pueden hacer sentir mejor, aceptarnos de alguna manera”.
El doctor, continúa con su argumento y señala que “el hecho de llegar al espejo y vernos, y decir ‘me gusta cómo me veo’, te hace sentir fuerte para poder salir a afrontar el día. Digamos, es un problema menos por el cual preocuparse”. Desde ese aspecto, ya hay un beneficio intrínseco en decidir modificar el aspecto buscando una estética con la que las personas se pueden sentir más cómodas.
No es ajeno para nadie que el estado de ánimo incide directamente en todos los aspectos de la vida, una persona cansada o triste, probablemente no rendirá igual que alguien que se siente más feliz o que está más contento consigo mismo, desde esa perspectiva, la medicina estética puede ser un parteaguas para mejorar el estado de ánimo, e inclusive para empezar a tener mejores hábitos, unos más saludables.
En ese sentido, Rubén R. Andrade comenta que en CORPOBELLO Medical Aesthetics, las personas podrán encontrar un lugar seguro y de calidad, que puede brindar el apoyo para realizar diversos cambios físicos que sirvan como un impulso de mejora que pueda cambiar la vida de los individuos.
Por sí misma, la clínica de CORPOBELLO irradia un sentido de belleza y un sentido estético, y por ello, dentro hay distintos relieves y figuras que muestran –y decoran–, no solamente la calidez y la pureza de un lugar que puede brindar confianza, sino también que muestran cómo el encontrar una belleza armónica puede generar un espacio confortable, fresco y que respeta cada detalle.
“Eso es lo que buscamos transmitir aquí”, dice su fundador. Y concluye enfatizando en que la clínica que él lidera no es solamente un reflejo de él y de su trabajo, sino un retrato también del equipo multidisciplinario que trabaja ahí y que logran configurar la oferta de servicios médicos estéticos que ofrecen día con día a los aguascalentenses y a las personas que habitan en la región del Bajío.
Vivir en armonía con tu belleza es, en este punto de la historia, más que una lucha, una decisión.