Por Cristina A. Gómez Rangel
Iniciar un negocio, verlo crecer, caer y volver a retomar el vuelo. Larga es la travesía del emprendedor que decide arriesgarse y comenzar algo por su cuenta y sobreponerse a las probabilidades, dificultades y adversidades.
Actualmente, el emprendedor es un personaje al que se apoya y promueve, más con el alcance de las redes sociales y las ventas por internet; gracias a ellas, cada vez más personas deciden iniciar un negocio por su cuenta.
En mi trabajo, como parte de un organismo público que facilita el emprendimiento, he visto emprendedores de todo tipo: quienes deciden iniciar a través de una aplicación o plataforma digital; negocios de comida, desde un puesto de tacos o gorditas hasta restaurantes con todo el equipamiento; ferreterías, talleres mecánicos, agencias de viajes, asesoría empresarial, clases particulares, etc.
El principal obstáculo para muchas personas que se acercan a pedir un recurso económico para iniciar un negocio es el miedo, es decir, el miedo a fracasar y perder su patrimonio: ¿a quién no le da miedo perder eso? Posiblemente solo a alguien que cuenta con mucho dinero y sabemos que tal vez no somos nosotros… por desgracia.
No tengo intención de desanimar a las personas que tienen contemplado emprender, pero es importante identificar algunos riesgos reales de iniciar el camino de ser tu propio jefe, porque hay que ser realistas: emprender es un 50-50, pero estas cifras no son pretexto para perder el ánimo; al contrario, vale mucho la pena intentarlo, porque siempre se puede tener éxito.
Ahondemos un poco en los riesgos que existen y que deben ser considerados.
El riesgo financiero
Ocupa el primer lugar, porque muchos de los emprendedores no cuentan con todo el recurso de inicio (y cómo duele perder el dinero). El riesgo financiero se refiere al dinero que fluye dentro y fuera de tu negocio, así como a la probabilidad de una pérdida financiera repentina. Tener conocimientos en temas y asuntos de finanzas te ayudará a crear un plan de negocio y, además, te dará mejores elementos para contemplar las posibilidades de obtener un crédito y las diferentes alternativas que existen para obtener un apoyo económico para incrementar el capital.
No tienes un sueldo fijo
A nivel monetario, la falta de prestaciones y continuidad en recibir un ingreso son aspectos que se deben analizar bien antes de dar el paso. Muchos pueden gozar del beneficio de ser asalariados y emprender al mismo tiempo, pero, ¡ojo!, si quieres impulsar tu negocio, es indispensable que tengas en cuenta los gastos que representa el mismo.
Ganar clientes
Para quienes emprenden por primera vez, este puede ser un motivo de desánimo. Las grandes empresas aconsejarán iniciar un estudio de mercado; sin embargo, si no se cuenta con la posibilidad de hacerlo, inicia con tus redes sociales: publica en tus historias de Facebook, WhatsApp, Instagram, etc., o bien, apóyate con amigos y conocidos para que te recomienden y auxilien en todo momento.
Lo más importante es otorgar un buen servicio al cliente potencial para garantizar que regrese, ya sea por redes sociales o la atención personal.
Por supuesto, conforme vayas adquiriendo experiencia, conocerás más a tus clientes y posteriormente, ahora sí, tendrás los recursos para realizar un estudio de mercado. Y recuerda: siempre es importante seguirse capacitando y aprendiendo nuevas técnicas.
Arrepentirse del negocio y echarse para atrás
Está ligado al temor que nos provoca el “qué dirán” y el miedo al fracaso. Por supuesto, estas emociones son reales, porque son escenarios que pueden pasar, pero, ¿no es acaso mejor haberlo intentado que no haber hecho nada?
Una de las características del emprendedor es la disciplina, concentrarse y enfocarse en un objetivo. Es necesario analizar las posibilidades, diseñar un plan estratégico y, por supuesto, ser constante: ¡es tu sueño, disfruta de la posibilidad de verlo realizado!
Claro que si decides que esa área donde estás emprendiendo no es lo tuyo, créeme que nadie te juzgará y si así fuera, ¡qué más da! Eres de los pocos que decidió arriesgarse y eso es digno de mención y reconocimiento.
Pierde el miedo y arriésgate
Estos son algunos de los riesgos que debes contemplar si buscas emprender. No estamos buscando el hilo negro en el emprendimiento, pero a pesar de las dificultades que señalé hace un momento, que son solo algunas de muchas, lo principal es decidirse a tomar el riesgo. Esta es la constante en cada emprendedor y en los empresarios que he tenido el gusto de conocer. Y sí, emprender podría reducirse a esta frase coloquial: “la vida es un riesgo, carnal”, tal como dice burdamente ese meme ya perpetuado en nuestra cultura popular.
Entonces analiza, prepárate, busca apoyo, toca puertas, pero más importante, decídete y hazlo.