El término “recesión económica” ha estado en boca de muchos especialistas en las últimas fechas. Como consecuencia de la interrupción en la cadena de suministros, entre otros problemas derivados de la pandemia por covid-19, aunado al conflicto bélico entre Ucrania y Rusia, muchas economías mundiales entrarán en recesión económica en próximas fechas, entre ellas, la de Estados Unidos de América y, por lo tanto, México ¿qué significa este escenario?, ¿cómo entenderlo?
Recientemente, el Producto Interno Bruto (PIB) de EUA registró una caída del 0.9% interanual en el periodo de abril a junio, que se suma a la retracción del 1.6% registrada en el primer trimestre del año. Estos datos revelarían la existencia de una recesión técnica que, en términos muy sencillos, consiste en dos caídas consecutivas trimestralmente en el PIB de un país. A este escenario se suma el que la Reserva Federal incrementó su tasa de política monetaria, que alcanzó el 2.5%, un porcentaje que no se veía desde hace décadas; no obstante, Jerome Powell, presidente del banco central de EUA, afirmó que el país no se encuentra en recesión
¿De dónde surgen estas opiniones encontradas? Para los especialistas, una segunda caída trimestral consecutiva del PIB corresponde con la definición estándar de recesión económica; sin embargo, la Oficina Nacional de Investigación Económica define recesión económica como la disminución significativa en la actividad económica que se extiende por toda la economía, que dura más de unos pocos meses, normalmente visible en la producción, el ingreso real, entre otros indicadores.
De acuerdo con Bloomberg, la Oficina Nacional de Investigación Económica está integrada por economistas y académicos, cuya función es determinar si hay o no un escenario de recesión económica; no obstante, hay quienes consideran que la opinión de este comité suele tener lugar mucho tiempo después de que Wall Street reconoce explícitamente el escenario de recesión.
Los datos sobre la economía de EUA en el segundo trimestre de este año provocaron que el precio del petróleo bajara. De hecho, la reducción de las reservas de crudo revela ya que el panorama del mercado es algo ajustado. Por ahora, los operadores aún analizan la manera en que la desaceleración económica afectaría la demanda de crudo, al mismo tiempo que la baja liquidez agudiza las oscilaciones en los precios de productos y servicios.
Ante este escenario, la recomendación es que las personas eviten las estrategias de inversión que consista en cambiar sus pesos a dólares; por el contrario, las inversiones más redituables por ahora son los bienes raíces, acciones y fondos cotizados (ETF, por sus siglas en inglés)
Las preocupaciones, por supuesto, no son menores, pues reconocer abiertamente el estado de recesión económica en EUA tendría un fuerte impacto en los mercados y la política en este país. Por ello, el National Bureau of Economic Research ha hecho todo lo posible por despolitizar este proceso.
Al respecto, Anna Wong, economista jefe de Bloomberg Economics, señala que la metodología del comité que conforma la Oficina Nacional de Investigación Económica es sólida. Además, señaló que la contracción del primer trimestre se debe a las fuertes importaciones que vinieron después de la desaceleración de la construcción de inventarios, que se combinó con los cuellos de botella en la oferta y, a su vez, la construcción de inventarios a finales del año pasado. Por lo tanto, hasta ahora no hay una contracción económica como consecuencia de una economía débil en EUA. A pesar de ello, el fantasma de la recesión está presente y los especialistas estiman que el riesgo de que este fenómeno económico tenga lugar llega al 50%.
Finalmente, como señala Laureen Goodwin, economista y estratega de carteras de New York Life Investments, los datos que ahora se cuentan pueden ser indicadores retardados de una recesión económica; lo que no necesariamente es útil para quienes toman decisiones respecto de cómo llevarán las decisiones relacionadas con sus gastos.