N22 | Noviembre | 2021
Por Blackstone Editorial
Cuando escuchamos hablar de células madre, inmediatamente pensamos en manipulación genética, pero no es así. En realidad, se trata de tratamientos que ayudan a regenerar órganos y tejidos que han sido dañados, ya sea por el deterioro propio de la edad o por el desgaste asociado a enfermedades crónico-degenerativas. De hecho, la aplicación de células madre es solo una parte de una disciplina emergente mucho más amplia en el ramo médico: la medicina regenerativa.
Como su nombre lo indica, esta área de las ciencias de la salud se enfoca en estimular el organismo para que se lleve a cabo la regeneración de órganos y tejidos. Como tratamiento preventivo, la aplicación de células madre retarda el deterioro, en especial cuando el paciente es propenso a desarrollar enfermedades crónico-degenerativas, autoinmunes o cardiovasculares, pero también fortalece la salud de personas sanas. Como tratamiento curativo, la aplicación de células madre detiene el avance de estas enfermedades y revierte el daño ocasionado en algunos órganos y tejidos, todo dependerá del estado del paciente una vez que inicie el tratamiento. Por ello, la medicina regenerativa es benéfica no solo en quienes ya padecen alguna enfermedad, sino en personas totalmente sanas, pues en ambos casos fomenta el bienestar, al impedir que el deterioro avance con rapidez.
Conversamos con el Dr. Rafael Armando Jiménez Jaime, un profesional de la salud certificado en medicina regenerativa, quien nos compartió mucha información acerca de la aplicación de células madre y los tratamientos basados en nutrigenética, dos de los procedimientos más importantes que ofrece a las personas en ZelleKlinik, una clínica especializada que lidera junto con el Lic. Enrique Castañón Romo. Además, en esta plática, el Dr. Rafael despejó nuestras dudas e inquietudes a propósito de los tratamientos con células madre.
Obtener células madre
El cuerpo humano es una maravillosa máquina que funciona a la perfección; sin embargo, como parte de los procesos de desarrollo, nuestros órganos y tejidos se deterioran con el paso del tiempo. A lo anterior se suma el sedentarismo, el estrés o una alimentación deficiente, como factores que pueden desencadenar padecimientos como diabetes o hipertensión, que no se registraban con tanta frecuencia en el pasado o que solo se detectaban en personas de mayor edad.
Las células madre, como parte de la medicina regenerativa, desempeñan un papel fundamental para evitar el deterioro de órganos y tejidos, pues en estos tratamientos participan células vivas que se extraen de diferentes fuentes: cordón umbilical, placenta, médula ósea, pulpa dental, grasa corporal e incluso del tejido menstrual. De hecho, estudios recientes han demostrado que las células madre obtenidas del endometrio de las mujeres son las de mayor viabilidad celular y mejor porcentaje de eficacia en los tratamientos de medicina regenerativa, pues al tratarse de un tejido que mes con mes se prepara para recibir vida, posee una cantidad muy grande de células madre.
En estos tratamientos, utilizamos células madre troncales mesenquimales, que se distinguen por su capacidad de diferenciarse y autorrenovarse. Asimismo, la obtención de células madre tiene lugar en laboratorios especializados a través de diversos procedimientos; en seguida, se someten a estudios y análisis, para garantizar que las células estén libres de cualquier agente infeccioso o alérgico. De este modo, el paciente tiene la certeza de que recibirá células madre sanas y totalmente funcionales.
¿Soy candidato a un trasplante de células madre?
En realidad, cualquier persona es candidata para recibir un tratamiento con células madre. En consulta, les explico a mis pacientes que dos de las funciones principales de las células madre consisten en fungir como antiinflamatorias y en regular el sistema inmunológico, de ahí que sean eficaces para quienes padecen enfermedades autoinmunes o crónico-inflamatorias, incluido el desgaste articular, mientras que en personas sanas el tratamiento funciona de manera preventiva.
Al respecto, quisiera mencionar un par de ejemplos. El primero se remonta a cuando yo era estudiante de medicina hace ya algunos años, en aquel momento, los libros registraban que enfermedades como la hipertensión solían detectarse solo en pacientes mayores de 50 años; sin embargo, en la actualidad, es ya un problema que se presenta a edades más tempranas, incluso en jóvenes de 20 o 30 años, lo que nos demuestra nuestro deficiente estilo de vida. Para el segundo ejemplo, imaginemos a una persona cuyos padres son diabéticos, de ahí que sea propensa a desarrollar esta afección; no obstante, si a lo largo de su vida tiene una buena alimentación, mantiene su peso, practica ejercicio y, en general, tiene buenos hábitos de vida, es muy probable que el padecimiento surja a una edad mucho mayor o incluso que nunca se presente; por otro lado, una persona sin antecedentes genéticos de diabetes, pero que padece obesidad, es sedentaria y además tiene malos hábitos de vida, no solo detonará la posibilidad de que desarrolle diabetes, sino que se manifestará a una edad más temprana.
Lamentablemente, estos ejemplos nos muestran que el estilo de vida que llevamos nos está matando. Por lo tanto, con los tratamientos integrales basados en medicina regenerativa podemos prevenir y tratar estos padecimientos, principalmente los crónico-degenerativos.
El objetivo primordial de la medicina regenerativa es que nuestros pacientes tengan un mayor bienestar y que, con ayuda de células vivas, los órganos y tejidos mejoren su respuesta respecto de los tratamientos convencionales. En caso de que la enfermedad esté muy avanzada, con el tratamiento conseguimos, por un lado, disminuir la gravedad y la cantidad de síntomas; por otro, ayudamos a que el paciente reduzca la cantidad de medicamentos que ingiere. Cabe mencionar que hay padecimientos que exigen que los pacientes consuman diariamente un elevado número de medicamentos que tarde o temprano tendrá efectos secundarios que dañarán su organismo, de ahí que un tratamiento con células madre resulte ideal para ellos.
El compromiso del paciente para un tratamiento exitoso
Los malos hábitos desencadenan enfermedades. Cuando una persona acude a consulta, lo primero que modifico es la dieta que habitualmente llevan y recalco que el éxito del tratamiento dependerá del propio paciente y de su compromiso consigo mismo: tener una alimentación balanceada e incluir la práctica de ejercicio en su rutina, porque justamente la ausencia de estos factores conduce a la aparición de diabetes, hipertensión, insuficiencia renal, entre otras enfermedades crónico-degenerativas.
Las células madre son muy eficaces, porque además coadyuvan con los tratamientos farmacológicos sin que por ello se opongan uno a otro; sin embargo, sí quiero enfatizar que estos tratamientos no son para todo ni son milagrosos. Es importante que seamos conscientes de que son tratamientos que pueden prolongarse, todo dependerá del estado de salud en el que se encuentre la persona una vez que comience la aplicación de células madre, así como de su compromiso para seguir las indicaciones correspondientes, porque no solo es implantar células y ya, sino que exige que el paciente adquiera hábitos saludables, pues solo así lograremos que los resultados logrados permanezcan por mucho más tiempo una vez que concluya el tratamiento.
En ZelleKlinik, también elaboramos tratamientos basados en nutrigenómica, que consisten en suministrar nutrientes de manera óptima para tratar enfermedades, por ejemplo, si en un paciente detectamos que los alimentos que consume no cuentan con la cantidad suficiente de nutrientes, entonces recurrimos a nutracéuticos con altas concentraciones para que los obtenga y se corrija esa deficiencia. De este modo, los procedimientos con células madre se complementan con la nutrigenómica.
Para concluir, me gustaría reconocer que el organismo tiene la capacidad de recuperarse día a día, de renovarse. Por eso, en medicina regenerativa no solo recurrimos a la aplicación de células madre, sino todos los elementos especiales que nos permiten brindar una atención integral para lograr ese estímulo del organismo a nivel celular e intracelular para que las personas alcancen un mayor bienestar.