Por Joaquín Cruz Lamas
En estos días, probablemente muchas personas tendrán tiempo libre para leer un buen libro. En el mundo moderno de hoy, tenemos la suerte de tener a la mano la útil herramienta de las telecomunicaciones; el acceso a casi cualquier material literario se puede hacer de manera remota. En línea, podemos encontrar una inmensa variedad de libros disponibles para descargar en todo tipo de dispositivo. Muchos estudiantes se valen de tal material, pero cada vez son más quienes acuden al contenido en línea. No importa la edad, todos hoy en día leen en mayor o menor medida utilizando medios digitales. El rango es sumamente amplio, abarca desde mensajes de texto hasta libros enteros en formato PDF.
Sin embargo, cabe en este escenario preguntarse por el valor del material en línea cuando se le compara con aquél que se distribuye de manera impresa. Algunas personas todavía hoy en día prefieren utilizar los libros físicos, aquéllos que se componen de papel y tinta. Algunos preferimos incluso las ediciones conmemorativas y especialmente decoradas, ya que adornan ricamente nuestros libreros. Personalmente, yo no hablaría de una oposición insalvable entre ambos tipos de formato de la palabra escrita: digital y físico. Prefiero, he de admitirlo, el material impreso en físico. De entrada, porque cansa menos la vista y es menos dañino para los ojos. En segundo lugar, porque soy de las personas a las que les gusta poder hacer anotaciones en las márgenes de los libros y, sinceramente, aunque podría hacer lo mismo en digital, disfruto mucho el correr de la pluma sobre el papel. Es sumamente relajante.
Pero, no, yo diría que no hay oposición. Hemos de reconocer que cada formato tiene sus ventajas y desventajas. Por ejemplo, en estos tiempos de cuarentena, será mucho más fácil conseguir material de manera digital. Otra ventaja es que los medios virtuales nos permiten usar menos papel y ocupan menos espacio. En este caso concreto diría yo que todo depende las circunstancias. Además, seguramente está usted leyendo este texto de manera digital, así que evidentemente no le diré que deje de hacerlo.
“Hemos de reconocer que cada formato tiene sus ventajas y desventajas. Por ejemplo, en estos tiempos de cuarentena, será mucho más fácil conseguir material de manera digital.”
Joaquín Cruz Lamas