Por Julio César Montiel Quezada | Director General de Excélsior Consultores
Según cifras del Fondo de la ONU para la Alimentación y la Agricultura – FAO –, se pierden 1,300 millones de toneladas de comida producida para el consumo humano; un tercio en total. En México, se proyecta que la población aumentará en 10 millones en la siguiente década, lo que implicará mayor consumo de productos y mayor generación de desechos. Desgraciadamente, en nuestro país, solo se recicla el 20% de los residuos que se generan.
Accenture plantea que hay una tendencia de los consumidores hacia la búsqueda del sentido en la vida; las personas están reevaluando sus vidas, sus trabajos y su impacto sobre el mundo que las rodea. Esta tendencia refleja el lado humano y tiene en cuenta que somos más sensibles que nunca a problemas como el cambio climático, la salud mental y la sostenibilidad, así como los cambios en nuestra forma de vivir, trabajar y comprar.
Lo anterior contrasta con el paradigma económico lineal caracterizado por la producción, consumo y desecho que presenta un escenario insostenible desde el punto de vista de la salud medioambiental, y es, en este contexto, en donde surge el concepto de Economía Circular.
La Economía Circular es un enfoque del desarrollo económico diseñado para beneficiar a las empresas, la sociedad y el medio ambiente. A diferencia de la Economía Lineal, en la que los productos se diseñan a menudo para ser utilizados durante un corto período de tiempo y luego se tiran en un sistema de “recogida de residuos,” la economía circular es renovable desde el punto de vista del diseño.
Una economía circular es un sistema industrial restaurador o regenerador por intención y por diseño. Sustituye el concepto de caducidad por el de restauración; se desplaza el uso de energías renovables, eliminando el uso de químicos tóxicos que perjudican, la reutilización, y el retorno a la biosfera, y busca, en su lugar, la eliminación de residuos mediante un diseño optimizado de materiales, productos y sistemas dentro de estos modelos de negocio.
La economía circular va más allá de buscar transformar el esquema, basándose en las tres R´s: “Reducir, reusar y reciclar.” Forbes define economía circular como: “modo de producción del futuro, a fin de lograr que cada producto tenga múltiples ciclos de uso y producción, es decir, que el fin de un producto alimente el comienzo de otro.”
Investigadores como Neri Oxman, quien es arquitecta, diseñadora y profesora en el MIT Lab, propuso desarrollar una ecología material con “productos holísticos, caracterizados por gradientes de propiedad y multifuncionalidad,” en contraste con las líneas de montaje y “un mundo hecho en partes.” Ella se dedica al Diseño Ambiental y morfogénesis digital, combinando arquitectura, arte, diseño, biología, computación e ingeniería de materiales.
En noviembre del año pasado, la LXIV Legislatura de la Cámara de Senadores del Honorable Congreso de la Unión presentó la iniciativa con proyecto de decreto para poner a consideración la “Ley General de Economía Circular,” de la cual se puede destacar el establecimiento de una serie de instrumentos de control, manejo y mejora de la economía circular, como son: Planes de Manejo de Residuos Sólidos, Planes de Responsabilidad Compartida, Certificados, Programas Estatales y Municipales, Evaluación del Impacto Ambiental, y el Plan Nacional de Economía Circular.
A pesar de que la presente iniciativa no ha sido aprobada, no ha sido bien recibida por la organización Greenpeace, quienes alegaron presenciar un “Madruguete legislativo” que resulta una burla para todas las voces académicas, científicas y activistas que trabajaron en reuniones, talleres y foros de parlamento abierto contra la contaminación plástica.
Sin embargo, de aprobarse esta ley, habrá una serie de cambios que tendrán que considerar, analizar y cumplir los empresarios mexicanos, ya que se vuelve el manifiesto de un grito social de una nueva generación de consumidores, por lo que el éxito será para las marcas que consigan modificar sus procesos para contribuir a la construcción de una economía circular.
“La concienciación sobre el papel que deben desempeñar las empresas y los individuos para contribuir a un futuro más sostenible ha llegado a un punto crucial. Para estar bien posicionadas para el futuro, las empresas reconocen que su valor a largo plazo está cada vez más vinculado a sus principios, prácticas e impacto en la sociedad.” – Ellen MacArthur Foundation
Hoy día, resulta indispensable cambiar la forma en la que actualmente se produce y consume, y que las empresas atiendan a estos cambios en la sociedad líquida, nombrada así por Bauman, que está en una búsqueda por significarse a través de aquello que consume y que es sensible a la realidad medioambiental. Una estrategia que se ha potencializado con la presencia de la pandemia y que es un Ganar-Ganar, tanto para las empresas como para nuestro planeta.
Referencias
Ellen Macarthur Foundation. (2014). Hacia una economía circular. Reino Unido: Ellen Macarthur Foundation.
Ricardo Monreal Ávila. (2019). Iniciativa con proyecto de decreto por el que se expide la ley general de economía circular. Consultado el 12 de noviembre del 2019, de LXIV Legislatura de la Cámara de Senadores Sitio web: https://www.senado.gob.mx/64/gaceta_del_senado/documento/101326
“Resulta indispensable cambiar la forma en la que actualmente se produce y consume, y que las empresas atiendan a estos cambios en la sociedad líquida.”
Julio C. Montiel Quezada