Actualmente en la Cámara de Diputados se está discutiendo una de las propuestas legislativas más importantes en materia laboral del siglo: la reducción de la jornada laboral de 48 a 40 horas semanales.
México tiene más de 100 años que no cambia su jornada laboral. Esto lo ha convertido en el país de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) que más horas trabaja al año, pero que, por el contrario, es el menos productivo.
La falta de productividad se relaciona, entre otras cosas, a la falta de un descanso adecuado, y es por eso que la reducción de jornada laboral es tan importante; incluso, por eso países como Chile o Colombia ya dieron ese paso.
Aunque actualmente se sigue discutiendo y cabildeando sobre la posible reducción de jornada laboral, en realidad, esta no es la primera vez que se tiene una iniciativa así. Ya antes se habían hecho propuestas similares de reducción, pero el principal enemigo de estas justamente ha sido el empresariado.
De acuerdo a la periodista, académica y escritora, Viridiana Ríos, tan sólo en los últimos 13 años se han presentado 17 iniciativas para reducir la jornada laboral. Ninguna ha pasado.
La autora argumentó que todas esas iniciativas fueron detenidas por el “cabildeo empresarial”, es decir, por los argumentos que la iniciativa privada le da a los legisladores para que esas iniciativas no se aprueben.
La iniciativa actual justamente está discutiéndose en un parlamento abierto, donde participan empresarios, pero también académicos y legisladores.
Será tras ese debate que las y los legisladores votarán si se aprueba o no la reducción paulatina de horas de trabajo semanales, una deuda histórica con las y los trabajadores mexicanos.