—Hay algo muy importante que casi siempre pasamos por alto: los productos inmobiliarios se quedan para toda la vida. Es fundamental no perder de vista este hecho, porque, claro, cuando un edificio está bien hecho, aporta belleza y armoniza con el entorno del cual forma parte, entonces cambia por completo el rostro de una colonia, de una ciudad e, incluso, puede formar parte de la identidad de un Estado o de un país; sin embargo, en la actualidad muchas empresas construyen por construir y, entonces, crean desarrollos que no aportan belleza al entorno, con edificios o casas mal hechas y que, además, están construidas de manera muy deficiente.
“Y tú me vas a preguntar: ¿cuál es el problema? El problema es que estas construcciones se quedan para toda la vida y cuando tú pases por ahí te vas a quedar con una imagen: si la casa o el edifico está bien hecho y aporta belleza, se va a quedar en ti esa sensación grata de percibir algo bello; sin embargo, si esa casa o edificio está mal hecha y además no aporta belleza, te va a dejar una sensación desagradable, poco grata.
“Nosotros, en Grupo Terranza, hemos asumido ese desafío: crear hogares, edificios y desarrollos que cambien el rostro de nuestros entornos, que transformen la imagen de nuestra ciudad para bien, para fomentar el bienestar de las personas, que son nuestra razón de ser.
Conversamos con Sergio Alejandro González López, Director General de Grupo Terranza, para que nos compartiera un poco de la historia, la visión de la empresa y los planes a futuro, pero sobre todo que nos revelara un poco de los secretos y de las acciones que han llevado a cabo a lo largo de más de 10 años, lapso en el que Grupo Terranza se ha consolidado como uno de los grandes líderes del sector inmobiliario en Aguascalientes y a nivel regional.
La pasión: el motor que todo lo impulsa
Iniciamos nuestra plática echando un vistazo a la historia y los caminos que ha recorrido Grupo Terranza. Por eso, le pedimos a Sergio que nos hable un poco de los inicios de la empresa.
—Todo empezó con la pasión que tenemos por los desarrollos inmobiliarios. Yo creo que la pasión es uno de los motores que más impulso le da al ser humano para realizar cualquier proyecto. Si no hay pasión, difícilmente las personas logran sus objetivos, especialmente los más ambiciosos.
“En nuestro caso, todo empieza con el desarrollo Fresnos, que se ubica en la avenida Guadalupe González, al norponiente de la ciudad de Aguascalientes. Ahí dimos nuestros primeros pasos. Y, fíjate, en algunas perspectivas mitológicas, estos árboles se conciben como centros donde fluye la energía desde donde te comunicas con el cosmos. Por otro lado, para los griegos, el fresno era una representación de la inmortalidad y la fertilidad y, de hecho, estaba consagrado a Poseidón. Ese fue nuestro primer desarrollo y sentaría las bases para seguir creciendo.
—En este proceso de construir un primer desarrollo inmobiliario, ¿cuáles fueron los aprendizajes alcanzados?, ¿de qué se percataron?
—Pues, mira, creo que lo principal fue darnos cuenta de que las personas están por encima de todo: para ofrecer bienestar y calidad de vida, tienes que poner a las personas por encima de todo. Sé que es algo que muchas empresas de cualquier sector afirman y reconocen, pero no basta con afirmarlo o reconocerlo, se trata de asumirlo y enfocar los esfuerzos en entender a las personas, saber qué buscan, qué necesitan y, más importante todavía, anticiparnos a esas necesidades, porque de ese modo podemos sobrepasar las expectativas.
“Además, fue cuando nos dimos cuenta de lo que te mencionaba hace un momento: una construcción, una casa, un edificio, en fin, los productos inmobiliarios permanecen como tales durante mucho tiempo. Lamentablemente, muchas empresas no se preocupan por crear espacios que fomenten la armonía, la belleza, el diseño, las tendencias en landscape y, mucho menos, aspectos tan trascendentales como la sustentabilidad. Al percatarnos de estos aspectos, identificamos también aquellos elementos que nos tocaba ofrecer en nuestros desarrollos para diferenciarnos y posicionarnos como líderes del sector.
Un futuro sustentable
Conforme avanza nuestra plática, surge una palabra crucial: sustentabilidad. Por eso, le pedimos a Sergio que nos hable un poco de la forma en que Grupo Terranza ha integrado la sustentabilidad en sus proyectos.
—Pues, en cierto modo, todo surgió precisamente de colocar a las personas por encima de todo. Cada día que pasa los recursos se vuelven más limitados. La responsabilidad de quienes trabajamos en la construcción consiste en ejecutar proyectos que sean amigables con el medio ambiente, que no violenten los ecosistemas y que convivan armónicamente con el entorno.
“Es fundamental crear espacios que permanezcan y embellezcan la ciudad, pero estos objetivos deben basarse en una perspectiva orientada a construir proyectos que no generen contaminación, que promuevan los espacios verdes, con un diseño moderno, que atienda a cánones estéticos, o bien, que los desafíe con elegancia, pues para nosotros el arte se puede encontrar en cualquier lugar.
—Entonces el desafío es muy grande, ¿no? Porque significa integrar un sin fin de elementos a los proyectos que ejecutan.
—Claro, no es fácil, pero en nuestra empresa todos tenemos eso en mente, es decir, crear productos inmobiliarios que contribuyan a la sociedad, a la ecología y que aporten belleza. No sé si ganamos más o menos dinero que nuestra competencia, la verdad, es algo que nos tiene despreocupados, pero sí tenemos la certeza de que estamos entregando productos que sumen a la sociedad y que sumen a nuestros clientes. Terranza aspira a trascender, a ir más allá; para lograrlo, nos toca aportar bienestar a la sociedad, al entorno, a la ciudad de la cual formamos parte.
Una empresa que se supera a sí misma
La propuesta de valor de una empresa es esencial. Si no tenemos claro qué nos distingue y si no tenemos claro cuál es el valor agregado que les brindamos a las personas, entonces muy difícilmente las empresas se convertirán en los líderes de su sector. Al respecto, le pedimos a Sergio que nos comparta la propuesta de valor que desde hace diez años ha asumido Grupo Terranza.
—Nuestra propuesta de valor es la siguiente: por un lado, siempre estamos innovando, y, por otro, estamos buscando ser siempre mejores. Aquí me gustaría hacer una precisión fundamental: nuestro objetivo no se limita a ser mejores que nuestra competencia. Claro, es importante ver lo que hace la competencia, identificar sus aciertos y desaciertos, pero hay algo que es aún más importante: nosotros queremos ser siempre mejores que nosotros mismos. En todo momento, buscamos mejorarnos a nosotros mismos y superar las expectativas de los clientes, de ahí la importancia de escucharlos, de saber lo que necesitan. Somos apasionados de mejorarnos a nosotros mismos.
—En el afán de esta constante mejora, Sergio, ¿cuál es el desafío al que se enfrentan? Porque, como dicen los sabios, ¿no? Es muy fácil acusar con el dedo a otras personas o empresas, pero lo realmente difícil es mirarse a uno mismo y, como bien dices, ser mejor cada día, no frente a los otros, sino frente a uno mismo.
—El desafío es ese: romper el paradigma de generar productos tradicionales, para apostar por crear productos con todos los valores agregados. Al final del día, los retos que debemos asumir son no bajar la guardia, mejorar nosotros mismos y no tener miedo de mirarnos en el espejo. Todo ello te lo obtienes a través de la innovación. En nuestro caso, nos toca estar informados de lo que sucede en el sector, incluso si aún no llega a México y el mercado no lo demanda en ese momento, pero pues nosotros ya lo traemos en el radar, de tal forma que nuestros proyectos ya lo tendrán cuando las personas lo exijan. Es no conformarnos con lo que hacemos, sino ir más allá de lo que hacemos.
Desarrollos diseñados para vivir, pensados para invertir
Sergio nos dice que el mercado, como es de esperarse, ha cambiado y, con él, también las exigencias. Por eso, Grupo Terranza busca constantemente la mejoría en los proyectos, algo que les demanda que se conviertan en agentes creativos en los proyectos, no solo al momento de construirlos, sino al momento de plantearlos financieramente para venderlos. En este sentido, le pedimos que nos comparta una de las dimensiones que han descubierto en sus desarrollos: la adquisición de propiedades como mecanismos de inversión.
—Nuestros desarrollos están pensados para vivir. Ese es nuestro objetivo; sin embargo, nos hemos dado cuenta de que la inversión en tierra es uno de las mejores formas en que las personas pueden hacer crecer su dinero. Esto es parte del trabajo que realizamos, es decir, de ser innovadores y creativos al momento de ofrecer nuestros productos.
“Por ejemplo, en Grupo Terranza hicimos un análisis con base en una proyección a 10 años, en la que comparamos diversos instrumentos de inversión y mecanismos para disponer de capital: en tierra, en dólares, en oro, productos a plazo fijo por medio de bancos o financieras, inyección a un negocio propio, de familiares o amigos e, incluso, a través de Certificados de la Tesorería de la Federación (mejor conocidos como CETES), entre otros.
“Nos llevamos una gran sorpresa al ver que, al cabo de estos diez años, la mejor forma para hacer crecer dinero es a través de la inversión en tierra. Claro, es importante tomar en cuenta que, al invertir en tierra, las personas tardarán un poco en obtener la liquidez, pues la venta de este tipo de patrimonio no siempre es inmediata.
“En Terranza, por ejemplo, hemos planteado esquemas de venta en plazos que van desde los 18 hasta los 36 meses. Entonces, supongamos que la propiedad, al final del plazo, vale 2 millones de pesos, pero aquí hay un aspecto que las personas no siempre toman en cuenta: este monto no se dispuso en una sola exhibición, sino que se difirió poco a poco. En el momento en que la persona desee vender esa propiedad, ya no valdrá 2 millones, sino que tendrá un valor mucho mayor con la ventaja de que la persona tendrá el monto total, más los rendimientos, en una sola exhibición. Imaginemos que la propiedad ahora vale 2.5 millones, uno pensaría que la ganancia fue de 500 mil pesos; sin embargo, el beneficio es mayor, porque la persona obtiene una liquidez de 2.5 millones, cuando en un primer momento se dispuso de esa cantidad de forma diferida. No hay ningún instrumento de inversión que ofrezca este tipo de rendimientos.
“Claro, las personas pudieran argumentar que ese monto no siempre se obtendrá de manera inmediata; sin embargo, el tiempo que la propiedad tarde en venderse, lejos de disminuir su precio, lo aumentará, de ahí que los rendimientos sigan incrementándose. De igual forma, hay gastos de mantenimiento, administrativos, entre otros aspectos, pero incluso al contemplar estos rubros, la inversión en tierra es la mejor por mucho.
Una empresa comprometida con el mundo
Nos despedimos de Sergio, no sin antes pedirle que nos comparta la prospección que se ha contemplado para Grupo Terranza.
—Gracias a nuestro trabajo, la empresa ha crecido notablemente desde hace más de 10 años. Es importante atender el crecimiento económico, pero nosotros nos vemos en el futuro como líderes en innovación de productos inmobiliarios de desarrollo urbano. Nuestro objetivo es posicionarnos como líderes que construyen espacios que cumplen con las necesidades ecológicas de diseño y de funcionalidad de productos urbanos, buscando siempre superar las expectativas de los clientes.
“Y, como te decía, en Terranza estamos comprometidos en contribuir de una manera diferente a la sociedad, al mundo y a la ecología. Queremos crear entornos donde impere la belleza, como líderes del sector nos toca asumir la responsabilidad de ejecutar proyectos inmobiliarios que permanezcan y transformen para bien el rostro de la ciudad, porque no olvidemos que los desarrollos inmobiliarios o van a solucionar problemas para toda la vida o van a generar problemas para toda la vida. Por ello, Grupo Terranza busca crear productos que solucionen problemas para toda la vida.