El mundo ha cambiado, ahora lo digital es parte de la vida cotidiana pero, aún así, la Inteligencia Artificial (IA) sí está provocando miedo e incertidumbre en el ámbito laboral.
De pronto la pregunta “¿seré reemplazado por una IA?” dejó de pertenecer a un cuento de ciencia ficción para ser parte de la realidad de muchas y muchos.
En este punto de catarsis y de cambio, vale la pena recordar que si bien el mercado laboral está teniendo cambios, esto no es necesariamente malo. Incluso, es normal.
Esta no es la primera vez que la tecnología revoluciona a los trabajos. Por ejemplo, para el año 1900 -hace poco más de un siglo- la agricultura ocupaba al 50% de la población activa. Sin embargo, para el año 2000 ese número decreció radicalmente al 2%.
Y eso no fue necesariamente malo, todo fue consecuencia de la automatización y a los avances tecnológicos que poco a poco se fueron teniendo en la industria agropecuaria.
Aún así, la enorme reducción de empleo entre un siglo y el otro realmente no supuso una oleada de desempleo masiva, sino que, por el contrario, esa misma tecnología creó muchos empleos nuevos.
Esto quiere decir que, si bien con la IA puede que desaparezcan algunos empleos, también aparecerán otros que requieren nuevas habilidades de trabajo y eso deberá ser parte del proceso de adaptación para que las personas ocupen estos nuevos puestos.
En realidad todavía no se sabe cuál será el impacto de la IA en el mercado laboral, no obstante, la recomendación es capacitarse en todo este nuevo mundo para poder tomar las nuevas opciones que surjan en el mercado.
Al respecto, te compartimos una reflexión de Sarah Franklin, desarrolladora y presidenta de Salesforce:
“Las oportunidades iniciales con la IA consisten en aumentar las cosas que ya estamos haciendo y permitirnos escalar más. No se trata sólo de contratar a nuevas personas sino de ayudar a la gente a adquirir nuevas habilidades y desarrollarlas de manera que sigan añadiendo valor a la organización a medida que evolucionamos”.