Este milenio la humanidad ha observado un avance tecnológico constante y veloz: es hoy la época de las energías verdes, del software y de la inteligencia artificial.
Por ello, la sociedad debe tratar de seguir el paso de estos avances, no solamente para adaptarse, sino para mejorar y tener una mejor calidad de vida. Esa idea también aplica para los negocios: es importante que constantemente se renueven y que atiendan a las nuevas tendencias para poder tener el mejor valor agregado y sobresalir de entre las demás.
Además, a este contexto se le suma que el planeta también está pasando por momentos difíciles, como la pandemia del covid-19 y sus consecuencias en salud y económicas, o incluso como la guerra entre Rusia y Ucrania.
Por ello, acá ponemos sobre la mesa tres tendencias tecnológicas que podrían ayudar a revolucionar tu negocio.
- Inteligencia artificial para seguridad: las nuevas tecnologías y desarrollos de inteligencia artificial han sido parteaguas para distintos rubros, ya sea desde tener dispositivos como Alexa (de Amazon), hasta generar atención a clientes. Pero, también se puede aplicar en enfoques de seguridad y ciberseguridad, y que también pueden servir para eficientar los procesos de toma de decisiones.
- Nuevas alternativas energéticas: es necesario invertir en decisiones y procesos que sean más amigables con el medio ambiente, no sólo para ir dejando atrás los hidrocarburos, sino porque incluso, esta inversión puede agregar valor y que, a final de cuentas pueden terminar representando un ahorro. En este sentido, la inteligencia artificial ha ayudado a generar sistemas de aprovechamiento de energía solar y eólica. Es, sin duda, una apuesta que vale la pena.
- Superapps: estas son, según Plain Concepts, “el equivalente tecnológico de una navaja suiza que combina muchas herramientas que comparten un mismo propósito y que pueden usarse o quitarse según las necesidades de cada usuario”. Y surgieron de la combinación de una aplicación, una plataforma y un ecosistema digital. Ayudan a ofrecer servicios que a su vez también terminan siendo experiencias personalizadas. A fin de cuentas, permiten lograr un mejor valor agregado