Por Juan José De Alba Ruiz
A raíz de la pandemia, nuestro modo de vida ha cambiado mucho, desde la forma de trabajar hasta el simple hecho de ir a la tiendita de la esquina. La mayoría de las empresas y muchos negocios tuvieron que suspender temporalmente su manera de trabajo por cuestiones sanitarias, pero, para su retorno, contamos con un aliado muy fuerte: la tecnología.
La Historia nos ha demostrado que todas las crisis que ocurren a nivel mundial tienen su lado bueno, en cuestiones de tecnología, porque es entonces cuando se logran avances muy significativos en poco tiempo. De repente, llegó un virus nuevo al mundo para el que la ciencia no tenía una respuesta inmediata y, con él, llegó un abrupto confinamiento masivo del que han tenido que echar mano las autoridades para evitar el colapso de los sistemas de salud. Con dicho confinamiento, llegó una verdadera disrupción en las industrias; en cada empresa, en cada proceso de negocio y de cada puesto de trabajo.
La mayoría se ha logrado adaptar para seguir trabajando a distancia, algo que hace unos años era inimaginable. Hoy es un hecho: las empresas necesitan adaptarse o morir. El Internet ha sido de gran importancia porque permite la comunicación entre todos los miembros de la empresa, sin necesidad de estarse viendo físicamente. Herramientas para compartir archivos en la nube, videoconferencias, automatización de procesos para no requerir tanta intervención humana, todo en tan solo unos meses. La tecnología ya no es un lujo, sino una necesidad para seguir avanzando.
La Historia nos ha demostrado que todas las crisis que ocurren a nivel mundial tienen su lado bueno, en cuestiones de tecnología, porque es entonces cuando se logran avances muy significativos en poco tiempo.”
Juan José De Alba Ruiz