Por Rodrigo Díaz de León Martí
Los riesgos cibernéticos avanzan a la par de la tecnología. Éstos pueden representar grandes pérdidas para las compañías, ya que el dinero e información personal de sus clientes pueden ser robados por cibercriminales. Además de esto, el espionaje, el hurto de propiedad intelectual, la destrucción o secuestro de datos, la extorsión y la interrupción de sistemas son calamidades comunes que se dan en los ciberataques. Éstas no sólo afectan operativamente a las empresas, sino que también puede significarles la pérdida de reputación y confianza en sus marcas.
La mejor manera de mitigar los riesgos cibernéticos es su prevención con la instalación de software para el bloqueo de malware y la contratación de seguros que minimicen las pérdidas económicas de las empresas que guarden datos delicados de sus socios y clientes, en caso de sufrir un ataque. También es de gran utilidad respaldar toda la información en discos externos y en documentos físicos para que, si se llega a ser víctima de un ciberataque, ésta no se pierda definitivamente.