Los avances logrados durante los últimos 50 años para prevenir enfermedades mediante la vacunación están bajo amenaza. Así lo advirtieron la Organización Mundial de la Salud (OMS), UNICEF y Gavi, la Alianza para las Vacunas, al alertar sobre un preocupante retroceso global en los programas de inmunización, provocado por la desinformación, el crecimiento demográfico, las crisis humanitarias y, especialmente, los recortes en la financiación.
El impacto ya es visible: Los brotes de enfermedades prevenibles como el sarampión, la fiebre amarilla y la meningitis están en aumento en distintas regiones del mundo. Mientras tanto, otras enfermedades que se creían controladas, como la difteria, amenazan con resurgir. Esta situación no solo pone vidas en riesgo, sino que también compromete la estabilidad sanitaria y financiera de muchos países, advierten los expertos.
“La financiación de la salud está cayendo en momentos en que más se necesita”, declaró Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS. “Las vacunas han salvado más de 150 millones de vidas en cinco décadas, pero hoy los avances están en peligro. Los brotes aumentan y con ellos, los costos humanos y económicos”.
El sarampión, una enfermedad altamente contagiosa, ha experimentado un repunte alarmante desde 2021. Solo en 2023, se registraron 10,3 millones de casos, un 20 % más que el año anterior. En total, 138 países reportaron casos, y 61 de ellos enfrentaron brotes importantes, la cifra más alta desde 2019.
Este aumento está estrechamente relacionado con la caída en las tasas de vacunación, una tendencia acentuada durante la pandemia de COVID-19, cuando millones de niños quedaron sin inmunizar.
En África, los casos de meningitis han crecido significativamente. En los primeros tres meses de 2025 se han reportado más de 5.500 casos sospechosos y cerca de 300 muertes en 22 países. Durante 2024, la región había registrado ya 26.000 casos y casi 1.400 muertes.
La fiebre amarilla, que había disminuido gracias a las campañas de vacunación, también ha vuelto a aparecer. En 2024, se confirmaron 124 casos en 12 países africanos, y en América Latina se han identificado 131 casos en lo que va de 2025.
Un estudio de la OMS en 108 países reveló que casi la mitad enfrentan interrupciones graves o moderadas en campañas de inmunización y acceso a suministros esenciales, debido a la disminución del apoyo financiero por parte de los donantes. Además, más de 14,5 millones de niños y niñas no recibieron sus vacunas básicas en 2023, una cifra que continúa creciendo.
Más del 50 % de estos menores viven en contextos de conflicto, fragilidad o inestabilidad, donde los sistemas de salud están colapsados o completamente ausentes.
Pese al contexto adverso, en los últimos años se han logrado avances clave. Por ejemplo, la introducción de la vacuna contra la malaria en casi 20 países africanos podría salvar medio millón de vidas hasta 2035. La vacunación contra el VPH en África casi se duplicó entre 2020 y 2023, y se han extendido vacunas contra enfermedades como el neumococo en zonas de alta carga como Chad y Somalia. Gracias a estas estrategias, cada año se salvan alrededor de 4,2 millones de vidas, según estimaciones de la OMS, UNICEF y Gavi.
“Los servicios de inmunización y la vigilancia de enfermedades están al borde del colapso en muchos países”, advirtió Catherine Russell, directora ejecutiva de UNICEF. “No podemos permitirnos perder el terreno ganado. La inmunización es una de las herramientas más poderosas y rentables que tenemos”.
La comunidad internacional tiene una cita clave el próximo 25 de junio, cuando se celebrará la Cumbre de Financiación de Gavi. El objetivo: Recaudar al menos 9.000 millones de dólares para proteger a 500 millones de niños y salvar al menos 8 millones de vidas entre 2026 y 2030.
“El mundo tiene una oportunidad real de frenar esta crisis antes de que se agrave”, concluyó Sania Nishtar, directora ejecutiva de Gavi. “Pero necesitamos el compromiso y la financiación para lograrlo”.