Por Rodrigo Díaz de León Martí
El estancamiento económico provocado por la pandemia de COVID-19 amenaza con crisis a los Estados Unidos. Para contrarrestar estos efectos, el presidente Donald Trump ha propuesto al capitolio inyectar un millón de dólares; la mitad de la suma iría a los bolsillos de los ciudadanos americanos, excepto a los de ingresos altos, con el fin de estimular el consumo y ayudar a pagar facturas. A pesar de que la suma exacta que recibirá cada beneficiario aún no se establece – y será distinta para cada uno –, se estima que, en promedio, rondará alrededor de los 2 mil dólares, distribuidos en dos cheques equivalentes para ser entregados, uno el 6 de abril, y otro el 18 de mayo.
La iniciativa también destina 50 mil millones de dólares a la creación de un “servicio de préstamos asegurados para la industria de las aerolíneas.” Además, ésta encauza otros 150 mil millones para apoyar a otros sectores perjudicados por la situación, como el hotelero, y una suma de 300 mil millones para prestar a empresas de menos de 500 empleados y evitar que despidan a su personal. Asimismo, el gobierno permitirá aplazamientos de 90 días en los pagos de ISR y de sociedades, sin sanciones y libres de intereses, contribuyendo así con 300 mil millones de dólares a la causa.
Por otro lado, la Reserva Federal anunció el pasado martes que iniciará la compra de papel comercial, a medida que se vaya requiriendo, y con un tope de un billón de dólares. La institución también establecerá un programa de préstamos para apoyar a los bancos en el otorgamiento de créditos a organizaciones privadas y hogares.
“La mitad de la suma iría a los bolsillos de los ciudadanos americanos, excepto a los de ingresos altos, con el fin de estimular el consumo y ayudar a pagar facturas.”
Blackstone Staff