Fundadores, Paola García y Eduardo Camarena
Al norte de Aguascalientes, a unos pasos de la emblemática Capilla de Bosques, se encuentra Prado Café, un lugar que va más allá de ser solo una cafetería. Ubicado en Sierra Madre Occidental número 207, este rincón se ha transformado en un punto de encuentro para personas con mentes creativas y paladares exigentes, donde su especialidad es el café.
Desde su apertura hace diez meses, Prado Café ha querido ser mucho más que un simple sitio para disfrutar de una bebida; es una invitación a adentrarse en un lugar de contemplación y al placer de un ritual cuidadosamente elaborado.
Un proyecto de amor y aprendizaje
Detrás de esta cafetería y su historia, se encuentra Eduardo Camarena, un apasionado mercadólogo, y Paola García, una abogada experta en propiedad intelectual. Ambos encontraron en Prado la manera perfecta de unir sus talentos, pasiones y conocimientos. Su admiración por el Museo del Prado en Madrid y todo el arte que hay ahí, inspiró el nombre de esta cafetería tan especial.
Lo que comenzó como una pequeña cafetera en casa, se transformó en un sueño compartido. A través de ensayo y error, aprendizaje autodidacta y un gran compromiso, crearon un concepto que fusiona el gusto por el arte y de un buen café y su acompañamiento. Tratando siempre de hacer que sea una experiencia completa.
Antes de dar el gran paso e inaugurar el negocio, ambos platicaron mucho sobre el concepto, como querían que se desarrollara la barra de café y al final, después de un exhaustivo análisis de mercado que realizaron en varias regiones como Ciudad de México, Guadalajara, Zacatecas, Querétaro, entre otros, se dieron cuenta de que la tendencia iba un poco a la especialidad, es decir, todo lo que tiene que ver con el proceso que viene dentro de la preparación.
“No es solo extraer un espresso, sino controlar la temperatura, pesarlo, ver cuántos mililitros salen y la texturización de la leche”, destaca Paola.
La identidad visual de Prado también fue cuidadosamente diseñada. Decidieron llevar el espacio con el color de la marca “verde prado”, esto con la idea de diferenciarse de la competencia.
Los imperdibles del menú
Cuentan con una variedad de alimentos ideales para combinar con cada una de las bebidas que ofrecen. Desde bagels y toasts hasta waffles, cada una de estas opciones está pensada con el objetivo de realzar la experiencia del café, así como buscar que los clientes puedan disfrutar del momento acompañados de un buen alimento y un delicioso café.
Los fundadores mencionan que no se pueden perder los bagels de salmón con alcaparras y el de jamón serrano, así como los toast de aguacate y de jamón serrano. Para todos aquellos amantes de lo dulce, pero a la vez algo más nutritivo, se encuentran los waffles, mismos que pueden ir acompañados de una variedad de toppings como frutas, mermeladas, Nutella y crema de avellanas sin azúcar. Asimismo, cuentan con un producto sin azúcar llamado Nucolato, una opción perfecta para aquellos que quieren buscar un capricho más ligero.
Estos son productos que les suelen pedir mucho y que han tenido una gran aceptación por parte de los clientes. Suelen ser los favoritos a la hora del brunch, pero las personas pueden ir por unos en cualquier momento del día.
La repostería es otro de los pilares del lugar. Dentro de la cafetería cuentan con una línea de repostería única y exclusiva de Prado, misma que siempre se encuentra en constante renovación. Cuentan con una repostera interna del lugar que forma parte de su equipo a pesar de no estar siempre ahí con ellos.
Manejan todo tipo de postres, galletas, muffins, entre otros, pero sin duda la más pedida son las galletas de choco-nuez, incluso siendo considerada la estrella. La variedad mensual asegura que siempre haya algo nuevo y tentador por descubrir. Cabe mencionar que todos los ingredientes son from scratch, es decir, desde las mermeladas que realzan los platillos hasta el chocolate que da vida a sus creaciones, todo se elabora de manera artesanal, a menudo partiendo del cacao puro y utilizando ingredientes naturales.
En cuanto a las bebidas, las que más destacan son el Prado Latte y el Prado Matcha, que son las de creación. El primero, como su nombre lo indica, es un latte que va acompañado de jarabe de agave y canela. Por otro lado, el segundo se prepara con matcha de grado ceremonial que va acompañado de un cold foam de fresa.
La bebida Flat White, merece una mención especial, ya que los fundadores han puesto demasiado empeño y especial dedicación, buscando ofrecer a sus clientes una versión impecable de esta desafiante en el mundo de la cafetería de especialidad.
Cabe mencionar que su atención a los detalles es evidente, incluso en las bebidas frías, dado que en estas suelen usar hielos grandes para mantener la frescura por más tiempo sin alterar la consideración de la bebida.
El arte del matcha ceremonial
La cafetería cuenta con una especialidad en matcha, dado que utilizan para sus bebidas uno de grado ceremonial. Su objetivo es cambiar la percepción que muchas personas tienen sobre su sabor, ya que se suele decir que es amargo o incluso con sabor a “pasto”. Pero, Eduardo asegura que es todo lo contrario, cuando el matcha se prepara de buena manera, sabe “delicioso”.
Paola nos comenta que lo que buscan es combinarlo con algunos sabores distintos, ya sea fresa, chocolate blanco, vainilla o caramelo. Esto debido a que el sabor del matcha por sí solo combina muy bien con algunos sabores dulces o frutales, lo que permite sentir la experiencia de tomar un ritual de ceremonia de té que se celebra en Japón.
En este ritual, se utilizan instrumentos japoneses hechos de bambú y se lleva a un proceso que es un ritual de matcha, en el cual se cuidan muchos aspectos como la temperatura, la calidad y que el matcha no toque algunas cosas que son de metal, ya que, se puede oxidar. Este cuidado permite resaltar su vibrante color y su característico sabor umami.
Más allá del espresso
Como ya se mencionó anteriormente, todas sus bebidas son a base de espresso, pero adicionalmente, también cuentan con diferentes métodos de filtrados, que son una experiencia totalmente nueva y distinta en el mundo del café. Cuentan con prensa francesa, Kalita (un método de extracción japonés), V60 y el Cold Brew. Cada una de estas brinda una experiencia sensorial única.
El Cold Brew, en particular, se prepara desde cero a través de un proceso de extracción de cafeína en frío que lo permite macerar de 18 a 24 horas. Para este método, se utiliza un grano distinto al que se usa para la base espresso, dado que tienen notas diferentes, por ejemplo, para la base general se usan unos con toques más frutales y se pueden degustar en el paladar al momento de tomarlo, ya sea frío o caliente.
La idea es que con cada uno de estos métodos de filtrado, independientemente del que se elija, los clientes puedan saborear lo mejor de cada grano de café.
Venta del grano
Actualmente, ofrecen a sus clientes la oportunidad de llevar su café mediante la venta de granos en bolsitas, para que puedan prepararlo en cualquier momento del día desde la comodidad de su hogar. Las personas pueden llegar al local a pedirlo dependiendo del método que tengan para prepararlos.
Conscientes de que hay muchas formas de preparar café en casa, Eduardo y Paola les ofrecen una breve clase personalizada a quienes compran el grano.
“Entonces, ahora sí que cuando compran el grano con nosotros, nosotros les damos como esta cátedra de cómo poder extraer lo mejor del café que les estamos vendiendo, ya sea a través del molido que tengan, la temperatura que manejen o los tiempos que se necesite de extracción”, explica Paola.
Consejos para futuros emprendedores
Al momento de preguntarles que les hubiera gustado saber o escuchar cuando estaban comenzando con este proyecto, nos respondieron que:
“Yo les aconsejaría que se capaciten en muchas cafeterías, que prueben todo tipo de cafés y, pues, que den pasos hacia adelante. Porque a veces en el mundo del emprendimiento, creo que es difícil animarse a hacer las cosas y te vuelves hasta cierto punto cómodo de decir: No, ahorita no, luego. Como que sientes que todavía no es el momento y tienes que cambiar como ese chip y darle para adelante con lo que tienes, empezar y ver hasta dónde puedes llegar”, aconseja Eduardo.
Por su parte, Paola hace un gran énfasis en el poder de las redes sociales y cómo estás pueden ayudar a los emprendedores desde el primer momento. El contenido informativo sobre lo que ofrecen y la educación del paladar de los clientes han sido esenciales para su crecimiento. Esto con el objetivo de querer que sus clientes sean un poco más exigentes en el mundo del café y que puedan apreciar lo que es bueno y honrar todo el trabajo que hay detrás.
Ambos coinciden en la idea de que poner un negocio no es nada sencillo, que todo se trata de un proceso con altas y bajas, pero también es un camino divertido por el lado creativo de diseñar, y acomodar el lugar. Sin embargo, enfatizan en la necesidad de capacitarse, comenzar con los recursos que tienen a su disposición, buscar un producto que los diferencie del resto de la competencia y no dudar en pedir ayuda y aprender de los demás. Mencionan que siempre es bueno aprender cosas nuevas y no quedarse con las dudas de como poder mejorar. Como dice Paola, “No hay un buen café, sin un buen servicio”.
El futuro con aroma a café
Mirando hacia el futuro, Eduardo y Paola imaginan un Prado Café que se transforme en un modelo de negocio distinto con una base centralizada para la preparación de los alimentos, la repostería, el café y el envasado. Esto permitiría que el local actual se convierta en la matriz de una red de expansión.
Así nos podemos dar cuenta de que Prado Café más que una cafetería es un reflejo de la pasión, el aprendizaje y el deseo de ofrecer una experiencia única en el mundo del café de especialidad.
